En Farer esperan a otro gobernador para ver si se interesa por el campo

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Cuando ya transitamos el último mes de un año duro, complicado, con enormes dificultades para la mayoría de los sectores productivos –y para los trabajadores, obviamente–, desde la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), una de las principales entidades que agrupan a los productores agropecuarios de la provincia, realizaron un balance de lo vivido y, asimismo, hablaron de los desafíos de cara a 2023.

El presidente de Farer, el gualeguaychuense José Ignacio Colombato, en primer lugar, se refirió al regreso, tras dos años de pandemia, de las exposiciones rurales en plenitud, es decir, abiertas a la sociedad y con el desarrollo de las muestras comerciales e industriales –en forma paralela a la actividad ganadera– y los espectáculos musicales para el disfrute del público.

Calificó, en este sentido, como “muy valioso” que el campo –las rurales en este caso– volvieran a tener la posibilidad de exponer su trabajo en las exposiciones porque “es una forma concreta y efectiva de mostrarle a la comunidad, sin intermediarios, cuál es el rol del sector agropecuario, la importancia que entraña para las economías de las ciudades, y el papel protagónico en el desarrollo, el arraigo y el empleo genuino que significa para Entre Ríos”.

Cada localidad, remarcó, “se vistió de fiesta en el regreso de las muestras comerciales luego de la pandemia con un despliegue que mostró todo su esplendor en exhibiciones de agroindustria, tecnología y servicios”. En todos los casos, ponderó, se “montaron exposiciones de excelencia organizativa, impecables, con récord de público en varias de ellas, y en donde se mostró el potencial productivo que tiene la provincia y donde el campo es actor protagónico”.

El comercio, sobre todo las pymes, “volvieron a apostar a nuestras exposiciones y eso a mí me deja un sabor muy bueno al ver que la gente y las empresas siguen confiando en las sociedades rurales”, agregó.

La participación de mucho público, en su mayoría urbano, a juicio de Colombatto, desmiente la existencia de la grieta. “Ese relato de la grieta que siempre instalan algunos pocos políticos vemos que no es así. En cada exposición el público asistió masivamente y eso demuestra que la gente entiende y nos da a nosotros la tranquilidad de mostrar, años a año, lo que somos capaces de hacer. Ese relato deformante del Gobierno queda en desuso al ver la simbiosis campo-ciudad que se da en todas las muestras”, remarcó el ruralista.

Temas recurrentes

– A lo largo del año, en cada uno de los actos de inauguración de las exposiciones, los reclamos del sector agropecuario han sido los mismos.

– Sí, es así. Lo digo con dolor: los temas a los que hacemos alusión en los discursos siempre son los mismos –Vialidad, Ley de Fitosanitarios, presión fiscal, incendios, tarifa eléctrica–, pero yo, como dirigente, tengo la tranquilidad de que cada vez que he tenido la posibilidad de estar mano a mano con algún funcionario, siempre abordé esos temas para que el Gobierno entienda que son problemas de larga data, y algunos, como el caso de los caminos y Vialidad, capaz que hasta aburren de tanto que insistimos, pero no hay respuestas.

Todo esto habla de un Gobierno que hace la plancha. Estimo que nos escuchan, pero los tiempos ya se agotaron. Nosotros queremos resultados y, lamentablemente, por ejemplo, estamos todavía peleando por la Ley de Fitosanitarios, sólo nos dijeron que enviaron el proyecto a la Legislatura y nada más.

Esta falta de respuestas produce un desgaste enorme en la dirigencia, más allá de que nosotros sabemos que no hay que bajar los brazos, pero estamos empantanados y esos problemas, pareciera, el Gobierno no los quiere saldar con el campo. Tendremos que esperar a que otro gobernador quiera atender nuestros reclamos

–.A propósito, el gobernador Gustavo Bordet ingresa en el último año de su mandato. ¿Están molestos por la reticencia que ha tenido en recibirlos? ¿Les hubiese gustado un gobernador más dialoguista con el campo?

– Nuestro sector es uno más de la provincia, pero se trata de un sector importante. A mí, primero, me duele como entrerriano, y, después, como dirigente, llegar a la conclusión de que al Gobernador no le interesa el sector productivo, lo ha demostrado. Le hemos pedido innumerables reuniones y muy tibiamente a lo largo de mis dos gestiones al frente de Farer apareció una vez, en Paraná, pero realmente el Gobernador no toma dimensión de lo que podríamos generar desde el sector agropecuario si tuviéramos políticas de aliento a la producción.

Puedo asegurar, en este sentido, que la Mesa de Enlace provincial, que integra Farer, quiere que le vaya bien al Gobierno pero necesitamos un compromiso del oficialismo. Por eso pienso que a Bordet no le interesamos y por eso digo que tendremos que esperar a ver si otro gobernador se interesa por el campo.

Alguna vez tuvo que bajar a llano, cuando se produjo el problema de la vaca china, porque se dio cuenta de que peligraban las fuentes de trabajo en los frigoríficos, pero después siempre fue un “ni”, siempre fue una relación distante, en donde parece que le molestáramos, cuando en realidad somos entrerrianos que, como todos, queremos que la provincia deje de ser el furgón de cola de la Región Centro y pasemos a ser una provincia que aproveche todo su potencial.

Creo, además, que el Gobernador tal vez tenga un sesgo ideológico que le impida buscar políticas que ayuden a nuestro sector.

Lo que viene

– El país y la provincia ingresan en una etapa electoral que será larga e intensa. ¿Tienen en el campo alguna expectativa de que los temas que les preocupan puedan ser debatidos con seriedad?

– En el caso de la provincia esperamos al próximo gobierno porque si en siete años ni siquiera pudimos reunirnos, por ejemplo, para debatir cómo debe funcionar Vialidad, veo muy difícil que en el año que resta esto se pueda discutir. Porque, además, lo que nunca hubo fue decisión política.

Nosotros, como entidad, vamos a hablar con todo el espectro político y les vamos a exigir a los candidatos que todo lo que prometan en campaña con respecto a nuestro sector lo cumplan, y se lo vamos a marcar día a día.

El país está pasando momentos de zozobra, muy malos, donde la pobreza se incrementa y ya no podemos permitir que las promesas no se cumplan y caigan en saco roto. Los tiempos políticos son otros y los que vengan van a tener que empezar a cumplir porque la gente y los dirigentes agropecuarios también estamos cansados y no hay más lugar para los falsos profetas.

La constante exhortación a evangelizar

Uno de los temas que ha sido una constante a lo largo de los tres años que lleva Colombatto al frente de Farer es la permanente exhortación a sus pares productores a participar de la actividad gremial agropecuaria y aun de la actividad política partidaria, sea en el partido que fuere.

En reiteradas ocasiones, Colombatto, desde las tribunas ruralistas entrerrianas, instó los productores a “evangelizar”, pero no desde “el lamento, la queja o el papel de víctima” sino “desde la dignidad y la verdad”.

“Cada uno de nosotros tiene que ayudar a que la sociedad sepa y entienda qué es el campo y qué es lo que hacemos los productores”, arengó una y otra vez, porque “sólo así, cada uno desde su lugar, podremos vencer al relato falaz que intenta doblegarnos”.

– ¿Esta prédica ha dado resultado o los productores siguen apáticos?

– En Farer hay gente que se ha incorporado y ha tomado en serio el gremialismo, y esto se ha visto reflejado, por ejemplo, en las exposiciones. Todos los presidentes ha estado a la altura de las circunstancias y lo mismo ha sucedido con todas las comisiones directivas. Las muestras rurales son el atril que utilizamos para deciles a los gobiernos en qué estamos de acuerdo y en qué no lo estamos.

Pero, sin dudas, se trata de un trabajo que cuesta mucho. Creo que la falta de participación es un problema de los argentinos en general y, por eso, estamos como estamos, porque los ciudadanos no se involucran, siempre es el “vayan y hagan”.

En nuestro sector, concretamente, si el productor se involucrara mucho más tendríamos más apoyo, más acompañamiento, y los políticos se verían obligados a rever algunas medidas, o lo pensarían dos veces cuando nos ningunean o cuando no nos atienden el teléfono.

Hay, en este punto, mucho trabajo por hacer. En nuestra gestión siempre hemos tratado de sumar gente, somos una entidad de puertas abiertas, y estanos convencidos de que en el recambio dirigencial la gente nueva siempre va a aportar algo distinto. Muchos ya entendieron que hay que estar adentro de las entidades.

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