Claves para hacer más eficiente la cría y agregar valor a los terneros
Buenas praderas, subdivisión de potreros y buenas aguadas son tres ejes centrales. En el establecimiento La Tacuara, el productor Carlos Mihuira explicó que los objetivos son alcanzar un sistema de manejo simplificado, con flexibilidad para optar por el mejor momento de venta de los terneros, mejorar el resultado de la cría con mayor cantidad de carne producida en el campo, y trabajar para alcanzar una mejora continua. Danilo Lima
La Tacuara es un establecimiento mixto de 436 hectáreas (ha) –255 propias y 181 arrendadas– ubicado en el departamento Nogoyá, sobre el ripio de la ruta provincial 13, a unos mil metros del puesto policial caminero de la ruta nacional 12.
De las 255 hectáreas propias, 120 se utilizan para hacer agricultura y el resto (135 ha) está destinado a la actividad de cría y recría, con la siguiente distribución: campo natural 100 ha, pastura de alfalfa degradada 14 ha, pradera consociada 11 ha, y alfalfa recién implantada 10 ha.
De las hectáreas arrendadas, en tanto, son aprovechables 141 ha con monte y 41 ha de monte cerrado. En estas superficies se producen 120 terneros por año.
Abrir la tranquera
La Tacuara fue escenario de una nueva jornada a campo del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) en Entre Ríos, de la que participaron más de 400 productores, técnicos y estudiantes.
Carlos Mihura, el propietario y anfitrión de la jornada, le dijo a CÓDIGO CAMPO que estaba “muy orgulloso de que el Ipcva haya elegido mi campo para desarrollar una de sus jornadas y me da mucho gusto recibir a tanta gente para mostrar lo que hago”.
La Tacuara, explicó, “es un campo de cría donde se puede hacer, en la parte más alta, agricultura, y, en la parte más baja, ganadería”. En la parte más baja del campo “hay un monte, pero un monte bueno, muy raleado, digamos, que lo hemos mejorado mucho, en donde tenemos las vacas de cría” Aberdeen Angus, mientras en la parte más alta “tenemos praderas y hacemos una recría de terneros, de los mismos terneros de las vacas que criamos en el monte”.
Un monte limpio, bien mantenido, posibilita una mejor receptividad de vientres, y, por consiguiente, una mejor producción de terneros. “La diferencia que se ve entre los campos que se mantienen y se mejoran con aquellos que están con monte cerrado es abismal”, remarcó Mihura, y por esa razón, enfatizó, “es muy importante el mantenimiento del monte”.
La recría de terneros, gracias a este manejo, le permite a Mihura “una flexibilidad bárbara” al momento de la venta. “Yo no necesito vender terneros en marzo-abril, que es la época del destete, sino que puedo hacerlo durante todo el año, lo que me permite aprovechar el mejor momento de precios, y, además, siempre le voy agregando kilos”.
Todo el plantel de terneros de La Tacuara es Aberdeen Angus, negros y colorados, pero Mihura se va volcando a los negros porque se adaptan mejor a la zona. “Siempre mi veterinario me aconseja que vayamos tendiendo al Angus negro porque se adaptan mejor y esto significa más preñeces”, subrayó.
La clave, agregó, está en “las buenas praderas, la subdivisión de potreros y las buenas aguadas, no mucho más que eso, y, por supuesto, el buen manejo y estar encima de los animales. Uno tiene que estar permanentemente siguiendo los terneros”. También es importante la mansedumbre que “ayuda mucho al aumento de kilos, porque la hacienda tranquila, mansa, come más”. Se trata, en definitiva, de “volver a lo de antes”.
– ¿Volver a lo de antes en qué?
– A la ganadería tradicional, digo, de alguna manera volver a la ganadería a pasto, a lo mejor con algunos suplementos dependiendo de las épocas del año.
Por eso estoy haciendo unas hectáreas de alfalfa pura para tener también un cierto margen en los momentos malos, de sequía o de grandes heladas.
– De todas estas pautas de manejo, ¿qué sirvió más para amortiguar el impacto de la última sequía?
– Las praderas templadas. Yo, gracias a las paredes templadas, pude, primero, destetar para aliviar a las madres, y pude aguantar los terneros un poco más. Tuve, sí, que vender terneros en momentos malos por la sequía, porque las praderas no me dieron abasto, pero siempre esa reserva va a ayudar a paliar los momentos críticos como es una sequía, que esta vez fue mortal. Llevo 20 años de ganadero y nunca tuve una sequía así. Nunca.
Números de La Tacuara
- Los porcentajes de preñez se encuentran estabilizados en el orden del 93-94% con una caída, en 2022, al 88%.
- El destete se ubica entre el 84 y el 89%.
- La producción en términos de kilos/hectáreas ronda los 130 kilos en el sector de cría y alcanza los 312 kilos en el sector de recría.
Los objetivos en La Tacuara, en definitiva, se pueden resumir en alcanzar un sistema de manejo simplificado, con flexibilidad, para, como resaltó Mihura, optar por el mejor momento de venta de los terneros producidos, mejorar el resultado de la cría con mayor cantidad de carne producida en el campo, y, a su vez, trabajar para alcanzar una mejora continua.
En lo que hace específicamente a la cría, en La Tacuara se quiere pasar a un aumento de la carga a 1, 5 vientres hectárea, manteniendo, por supuesto, los porcentajes de preñez y destete actuales. La herramienta para alcanzar este objetivo es subdividir el campo natural llevando agua a todas las parcelas lo que permitirá un manejo mucho más eficiente del pastizal natural.
En cuanto a la recría, los desafíos son varios, y, obviamente, implican inversión y trabajo: mejorar las pasturas de alfalfa degradadas, mejorar instalaciones de corrales y manga, e instalar un sistema de pesaje para mejorar el bienestar animal, y, en consecuencia, la producción.
Un desastre
En otro orden, Mihura, en su rol de presidente de la Sociedad Rural de Nogoyá, también se refirió a la queja eterna de los productores agropecuarios por el mal estado de los caminos.
“En el departamento Nogoyá, voy a hablar mal y pronto, los caminos son un desastre, y son un desastre desde hace muchos años”, señaló Mihura, y agregó que “no ha habido gobierno, de ningún color político, que haya tomado el toro por las astas y haya hecho lo que tiene que hacer”.
A pesar de todo, el presidente de la Rural nogoyaense no pierde la esperanza. “Aspiro a que los próximos gobiernos tengan visión y se den cuenta que tener buenos caminos rurales ayuda a todo el mundo. Ayuda a los productores agropecuarios, ayuda al que vive en el medio del campo, ayuda a los chicos para que vayan al colegio, ayuda a los pueblos del interior porque si el campo produce más, los pueblos del interior mejoran”.
Nota publicada en El Diario
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