Garrapata: crecen los focos en Entre Ríos y hay mortandad de vacas por tristeza bovina
La sequía, los incendios y la aparición de resistencia debido al uso reiterado de las mismas drogas aparecen como las razones centrales de la multiplicación de casos. La Paz, Federal y Feliciano son los departamentos más complicados. “Cada vez hay más campos sucios, y si bien la garrapata es un problema crónico, últimamente hemos retrocedido mucho”, alertaron desde Federal. La Fucofa admitió que la situación es preocupante. Danilo Lima
La garrapata es un problema de vieja data en Entre Ríos y en la lucha para su erradicación ha habido, a lo largo de los años, avances y retrocesos. En este marco, desde hace varios meses, se ha acentuado la preocupación de productores y técnicos por el crecimiento del número de focos en la provincia, sobre todo en los departamentos La Paz, Federal y Feliciano, al punto que algunos ya hablan de que la situación es alarmante.
La sequía –que aún persiste en el centro-norte entrerriano– y la aparición de resistencia a algunos garrapaticidas –los más utilizados–, entre otras razones, han profundizado el problema. “Cada vez hay más campos sucios, y si bien la garrapata es un problema crónico, últimamente hemos retrocedido mucho”, le dijo a CÓDIGO CAMPO un productor de Federal, que estimó entre un 7 y 8% la cantidad de productores ganaderos de ese departamento con los campos sucios.
El responsable del Plan Garrapatas de la Fundación de Lucha contra la Fiebre Aftosa (Fucofa), el ente encargado de las luchas sanitarias en Entre Ríos, Gabriel Simonato, médico veterinario, admitió la preocupación por el problema. “Es cierto que han aumentado los focos”, reconoció, pero aclaró que esta situación hay que “ponerla en contexto”.
Entre Rìos, recordó, llegó a tener “2.000 focos y logramos bajar ese número a entre 100 y 140” y después “entramos una meseta de entre 220/240 focos, que no nos agradaba”.
El objetivo de la Fucofa para este año era reducir esos focos a la mitad, pero pasaron cosas. “Se combinaron varios factores, algunos propios de la Fucofa, como alguna distracción”, dijo Simonato a manera de autocritica, a lo que se sumó “la sequía –sobre todo en Felicano–, los incendios que destruyeron infraestructura –alambrados, mangas y baños–, y el uso reiterado de las mismas drogas que generó resistencia”.
Simonato, además, señaló que Entre Ríos es provincia indemne con focos y ratificó que el objetivo del plan de la Fucofa es la erradicación del ectoparásito.
Son 350, aproximadamente, los focos de garrapata que hay actualmente en Entre Ríos, pero pueden ser más porque algunos productores ocultan el problema.
El profesional, sin embargo, buscó llevar tranquilidad porque “estamos en menos del 1,2% del total de los predios de la provincia” aunque subrayó que “tenemos que volver atrás y lograr que todo lo que conspiró para producir esta situación sea revertido”.
La concientización, el trabajo y hablar con la gente sobre cuestiones vinculadas con los productos que se aplican y los procesos de limpieza, consideró Simonato, son fundamentales para alcanzar el objetivo.
– La cantidad de focos en la provincia es menor al 1,2%. ¿Cuáles son los porcentajes en La Paz, Feliciano y Federal, los departamentos màs afectados?
– No tengo los datos precisos. Pero para que tengan una idea; en La Paz, por ejemplo, cuando comenzamos con el plan de erradicación, teníamos 540 focos, hoy tenemos 97, y hemos estado en menos de 60.
La tristeza bovina
Màs allá del crecimiento de los focos de garrapata, el dato nuevo es la aparición, en Entre Ríos, de casos de tristeza bovina, que ha ocasionado la muerte de numerosos animales.
La tristeza bovina es la forma común para denominar al conjunto de enfermedades integrado por la babesiosis y la anaplasmosis que, pese a ser afecciones diferentes entre sí, poseen características comunes. Tanto las babesias como el anaplasma se desarrollan dentro de los glóbulos rojos de la sangre y producen su destrucción. La Babesia bigemina y la Babesia bovis, dos de los agentes causales de la tristeza, son hemoparásitos que se transmiten exclusivamente por la picadura de la garrapata.
“De babesiosis tuvimos un foco comprobado en el departamento de La Paz, y otro foco en Paraná. No tengo el diagnóstico de laboratorio, pero sí puedo decir que clínicamente fue tristeza”, señaló Simonato.
– ¿Cuál es el número de animales muertos por tristeza?
– Es dramático.
– Ese dramático número, ¿cuál es?
– Alrededor de 200, pero puede ser el doble. Mueren las madres porque no afecta a los terneros, y si los afecta, digamos, se van inmunizando.
¿Qué hacer ante la resistencia?
La resistencia a los garrapaticidas es cada vez más frecuente, sobre todo a los productos clásicos. Ante esta situación, Simonato recomendó a los productores, en principio, que “se comuniquen con su agente sanitario, con su vacunador, con su garrapatero, y nosotros, por convenios que tenemos con el INTA Rafaela y la Fucosa en Curuzú Cuatiá, hacemos los distintos análisis”.
Lo más importante ante los casos de resistencia, sin embargo, es hacer una rotación de drogas racional.
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