Trabajar a pérdida

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Los productores tamberos están, desde hace mucho tiempo, atravesando una crisis muy profunda que, algún día, algún gobierno deberá tomar en serio y trabajar para superarla y sostener una producción que es fundamental porque se trata de una actividad que, acaso como ninguna otra, es sinónimo de arraigo y de generación de empleo.

Los tamberos, en especial los pequeños y medianos, sin embargo, una vez más, trabajan a pérdida y la situación en no pocos casos ya es insostenible.

En julio pasado, las industrias, en promedio, les pagaban a los productores 102 pesos el litro de leche, y en agosto ese valor será de 105/106 pesos –que recién embolsarán a mediados del corriente mes–, una cifra insignificante si se tiene en cuenta que el costo de producción se ubica entre 135 y 140 pesos. En la góndola, todas las amas y los amos de casa lo saben muy bien, deben abonar entre 400 y 500 pesos.

Damián Schneider, tambero y productor avícola integrado de Colonia Merou, en el departamento Paraná, en diálogo con CÓDIGO CAMPO radio (sábados de 8 a 9, por radio Costa Paraná –88.1–), explicó que “estos valores y la terrible devaluación nos dejan prácticamente fuera de competencia, estamos al horno”.

Magos

– ¿Cómo subsisten los tamberos con esta ecuación de precios?

– Hay que ser magos. La verdad es que de a poquito nos vamos comiendo el capital, eso es lo que pasa. No se pueden renovar los equipamientos, hay que vender vacas para pagar las cuentas, no se puede crecer, es difícil, es muy difícil. Cada uno tiene su receta y su ingeniería para seguir subsistiendo

– Los técnicos sugieren mejorar la eficiencia para seguir en carrera. ¿Alcanza?

– Muchas veces ser eficiente requiere de grandes inversiones, y en este momento no estamos en condiciones de hacerlas. La situación es complicadísima, estamos atrapados y no podemos salir.

El Impulso Tambero 2

En este marco, el Gobierno nacional acaba de publicar en el Boletín Oficial la nómina de 4.571 beneficiarios del programa de asistencia Impulso Tambero 2, quienes recibirán un aporte total de $5.955.461.699,46 entre las dos cuotas del programa.

La iniciativa está destinada a todos aquellos productores tamberos que registren un promedio diario de producción de hasta 7.000 litros de leche cruda en el período abril 2022 a marzo 2023, cuyo aporte será determinado de acuerdo al volumen promedio de producción:

• Los productores con un promedio no superior a los 1.500 litros diarios, recibirán una compensación de $20 por cada litro diario promedio de leche-
• Los productores con un promedio de entre 1.501 litros diarios y hasta 7.000 litros diarios, recibirán una compensación de $15 por cada litro diario promedio de leche.

En ambos casos la asignación mensual tendrá un límite máximo de $800.000.

Schneider calificó esta decisión como “una buena noticia, entre toda la ensalada de malas noticias que estamos teniendo”, pero “viendo la burocracia que significa conseguir este importe, ya se redobló la apuesta y vamos por un Impulso Tambero 3, a ver si tenemos éxito y llegamos a esa ayuda.

Por ahora, entonces, a pesar de la asistencia otorgada, los tamberos seguiràn trabajando por debajo de sus costos.

Con el pedido del Impulso Tambero 3, los productores reclamaron también que se ajusten los números porque “se está trabajando con los números del primer Impulso Tambero, que se largó en febrero/marzo”.

– Mientras los productores reciben 106 pesos por litro, los consumidores pagan en las góndolas entre 400 y 500. ¿Qué pasa en el medio? ¿Quién se queda con la diferencia?

– Buena pregunta. Yo no quiero acusar a nadie, pero nosotros estamos produciendo la materia prima y recibimos 105 pesos un litro de leche, y los consumidores pagan 400/500 pesos después de que le ponen la leche en un sachet y lo lleven hasta la góndola. ¿Quién se queda con esa diferencia? ¿La industria o el comercio? Hay un gran monstruo entremedio, que es el Estado, que se queda con una diferencia bastante grande. No podemos achacarle todo a la industria o al comercio.

Las cargas fiscales hoy son muy altas, y hacen que esos números se disparan, por supuesto, cada uno intenta cubrirse, y los eslabones más débiles de toda la cadena productiva son los que pagan los platos rotos, en este caso el consumidor con sus 500 pesos por un litro de leche, y nosotros que ni nos alcanza para darle de comer a las vacas.

– ¿Qué medidas deberían tomarse desde el Estado para que esta situación comience a revertirse?

– Una cosa que estamos implorando y que es de suma necesidad es tener un contrato legal entre el tambo y la industria. Nosotros entregamos la leche todo el mes, hasta el 30 del mes, digamos, y recién el 15 del mes siguiente nos dicen cuánto nos van a pagar, o sea, nosotros seguimos trabajando todo el mes sin siquiera tener un precio. Y puede pasar, no es frecuente pero puede pasar, a nosotros nos pasó con SanCor, que vienen un día y te dicen “no podemos pagar más”, y chau, nos dejaron dos meses de producción adentro.

Por eso lo que se necesita es un contrato que ambas partes cumplan, yo te vendo la leche, yo te entrego la leche, pero vos estás con el compromiso de pagármela.

– ¿Qué otra medida ayudaría los tamberos?

– Ver qué es lo que está pasando en toda la cadena productiva, todos los eslabones de la cadena somos necesarios, tanto el tambero, el transportista, la industria, somos todos integrantes de una cadena en la que todos necesitaríamos ganar equitativamente, y no que un eslabón, por poderoso o por lo que fuese, tenga más incidencia, y pueda trasladar a los demás. Necesitamos al consumidor, como al tambero, como al transportista, la industria, el comerciante, todos son necesarios, pero en términos justos.

Caproler

Schneuder, en otro orden, contó que un grupo de tamberos de la zona de Crespo está trabajando para el resurgimiento de la Cámara de Productores de Leche de Entre Ríos (Caproler).

“Estamos tramitando la personería jurídica, que estuvo caída, para alcanzar el objetivo de reflotar esta cámara y agrupar a la mayor cantidad de tamberos posible para, de alguna forma, salir a dar respuesta a todos estos problemas, dar una respuesta en forma de cámara y una respuesta grupal”, señaló, y enfatizó que·si Santa Fe tiene su propia cámara y Córdoba también, “¿por qué Entre Ríos no va a poder tener la suya? Vamos por la nuestra”.

La idea de los tamberos es conformar una comisión reorganizadora, de pocos miembros, y luego convocar a una asamblea general –con la mayor cantidad posible de productores– “para darle, otra vez, un punto de partida a esta cámara que en su momento funcionó de buena manera y consiguió mucho” para la lechería de Entre Ríos.

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