En Concordia condenaron el populismo, la violación de la propiedad privada y la ideología gramsciana
El presidente de la Sociedad Rural, Gonzalo Legerén, dijo que en el país “todo ha empeorado aún más”. Criticó el ataque sistemático a las instituciones, las usurpaciones, el nepotismo y los relatos ficticios. Reclamó una reforma laboral y tributaria, al tiempo que pidió al próximo gobierno que incluya en su agenda los problemas reales del ciudadano que estudia, trabaja y produce. Danilo Lima
Duros cuestionamientos a la actual administración nacional y una exhortación a quienes pretenden llegar a la Casa Rosada fueron los ejes del discurso del presidente de la Sociedad Rural de Concordia, Gonzalo Legerén, en el marco del acto de inauguración de la 128º Exposición de la entidad que se realiza en el predio ferial de Cambá Paso.
“En nuestro país, lamentablemente, nada ha mejorado, en este año transcurrido, sino que ha empeorado aún más, en lo político, lo institucional, lo económico, lo social y lo cultural”, observó Legerén, y condenó el populismo, el ataque sistemático a las instituciones, la violación a la propiedad privada, las usurpaciones y la imposición de ideología gramsciana en la educación, el medio ambiente, los medios de comunicación”. También fustigó “el relativismo, el nepotismo y los relatos ficticios o que faltan a la verdad continuamente”, y habló de los funcionarios públicos procesados y “de otros y otras que están siendo juzgados actualmente con contundentes pruebas de corrupción”.
En lo económico, Legerén criticó el déficit fiscal “con un gasto público desmedido”, la emisión monetaria descontrolada que deriva en “una desbordada inflación” y la pérdida de valor de nuestra moneda. Esta “lamentable y vergonzosa realidad”, analizó, se refleja “con el 40,1 % de la población por debajo del índice de pobreza, o sea que más de 18 millones de argentinos son pobres”.
El ruralista concordiense también criticó los congelamientos y precios máximos que “en la práctica nunca funcionaron”. Como el año pasado, Legerén citó la frase del economista Ludwig von Mises: “El intervencionismo sólo conduce a mayor intervencionismo”.
Se quejó, además, de “las mal llamadas retenciones” y del “tipo de cambio diferencial, ficticio, que hoy es la mitad del valor del tipo de cambio de nuestros insumos, lo que nos quita competitividad”. También criticó “los cepos y/o cupos a las exportaciones e importaciones y las nulas inversiones en caminos rurales e infraestructura”. Y, en este marco, cuestionó que “el poder real” del Gobierno esté “en la lapicera de un ministro y candidato” que, remarcó, “es capaz de crear monopolios y concentrar mercados, cambiar precios y tipo de cambio arbitrario a un producto”.
Cambio
Legerén, ante este escenario, consideró que “urge un cambio de políticas hacia la racionalidad y el sentido común, respetando el libre juego de la oferta y la demanda. Nada más democrático que la libertad de mercado, que forma precios y asigna recursos de manera coordinada, entre millones de consumidores y productores”.
Pidió, asimismo, un Estado “con impuestos razonables –para cubrir sus funciones esenciales– que esté al servicio de la actividad privada, única generadora de riqueza, en busca del progreso y desarrollo del país”.
Mensaje a los candidatos
Legerén no sólo se encargó de criticar al oficialismo, sino que puso también el acento en el presidente que suceda a Alberto Fernández. “Necesitamos que el próximo gobierno comprometa su agenda a los problemas reales del ciudadano, que estudia, trabaja y produce. Tienen que ser capaces de dejar sus privilegios, que los aleja de la sociedad, y puedan acordar políticas públicas con el único fin del irrenunciable bien común de la Nación”, reclamó.
Estimó, además, que los Estados nacional, provinciales y municipales “deben racionalizarse, modernizarse, en busca de mayor eficiencia y productividad, en el uso de su presupuesto y funcionamiento” y consideró “impostergable” una reforma laboral y tributaria integral que “suprima impuestos distorsivos, confiscatorios e inconstitucionales” y que “desactive la industria de los juicios laborales”.
La política de inclusión social del Estado, cerró Legerén, “tiene que brindar las condiciones necesarias para que nuestros hijos y nietos, trabajen y se desarrollen en nuestra tierra, donde se sientan parte de la sociedad, de un proyecto de país inclusivo, en unión y libertad”.
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