Sarnari y Martiarena cuestionaron con dureza los cambios en el INTA
Luego de que el presidente Javier Milei firmara el decreto que elimina la autarquía del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y deja la gobernanza del organismo en manos del gobierno de turno –hasta 2027 en sus manos–, la Federación Agraria Argentina (FAA) salió a cuestionar en duros términos esa decisión que, en la práctica, habilita el despido de personal y la venta de miles de hectáreas productivas, entre otras cuestiones. Danilo Lima
“Vemos como línea conductora que hay un creciente centralismo, y que casi todos los cambios implementados dejan funcionando organismos gobernados casi totalmente por representantes del Poder Ejecutivo, y recortan el rol del sector privado y de las provincias a ámbitos consultivos sin poder real. Esto nos preocupa, porque atenta contra el federalismo y también contra la articulación público-privada que en casos como el INTA han demostrado sobradamente su importancia”, señalño Andrea Sarnari, al presiente de la FAA
En lo inherente al INTA, concretamente, “nos preocupa ver el alcance real que le dan al nuevo carácter de ‘desconcentrado’, así como también el rol que le asignarán al consejo consultivo, considerando que su voluntad queda casi desdibujada. En este sentido, abre muchos interrogantes y genera alarma, porque esto atentaría directamente sobre la gobernanza y la autarquía, al tiempo que deja en manos del gobierno de turno las decisiones y recorta la mirada de largo plazo, fundamental para un organismo como el INTA”, cuestionó la dirigente federada.
La entidad, además, cree que “es un error disolver el Instituto Nacional de Agricultura Familiar, así como también el banco de tierras y otras herramientas previstas en la Ley 27.118. Se trata de instrumentos por los que hemos peleado, y el hecho de que otros gobiernos hayan hecho un mal o inadecuado uso de ellos, no implica que sus objetivos y finalidades no sean fundamentales para los productores de menor escala. En esta línea, la disolución del Inase (Instituto Nacional de Semillas) y de la Conase (Comisión Nacional de Semillas) nos generan alarma, en tanto no queda claro el impacto real que tendrán los cambios que pretenden implementar.
Sarnari, asimismo, dijo no tener dudas de que “todas estas desarticulaciones nos afectan con más fuerza a los productores de menor escala, que somos quienes más necesitamos del apoyo y la protección del Estado. Si bien se puede coincidir en la necesidad de modernizar o agilizar estructuras que en algunos casos estaban sobredimensionadas, vemos en los cambios propuestos que dejan abierta la puerta a que estos organismos queden al arbitrio del gobierno de turno, es decir que vayan mutando con cada cambio de gobierno, sin poder brindar previsibilidad ni apoyo real a los productores que los necesitamos”.
Un gran error
En la misma línea crítica, el director del Distrito 3 (Entre Ríos) de la FAA, Matías Martiarena, opinó que es “un gran error” quitarle la autarquía al INTA, al tiempo que también cuestionó la decisión del Gobierno nacional sobre el Inase
“Tras la resolución tomada por el Gobierno nacional, el INTA pierde la autarquía, que es lo que veníamos denunciando desde nuestra entidad y finalmente se cumplió”, dijo el federado gualeguaychuense.
“Es un gran error”, remarcó, porque “de ahora en más para hacer cualquier desarrollo, o investigación, habrá que pedir permiso al Ministerio de Economía, lo cual ralentiza todo proceso de investigación”.
Martiarena, a modo de ejemplo, recordó que “en la Estación Experimental Agropecuaria de Concepción del Uruguay, tenemos un laboratorio de avanzada en avicultura, un laboratorio de primer mundo, mientras en la Estación Experimental Agropecuaria de Concordia contamos con un banco de germoplasma de citrus entrerriano, donde están las plantas para dentro de 20 años. El INTA, además, ha desarrollado avances en materia ganadera y en Paraná hay radares de primera línea”.
El INTA, agregó, “le ha proporcionado muchas herramientas al productor, sin delimitar escalas, beneficiando claramente al campo y sus diferentes producciones”. Por lo que “nada justifica el desguace que están haciendo, basándose en supuestas cuestiones administrativas”.
Lamentó, como también en su momento lo hiciera Sarnari, que “(en el Gobierno) no supieron o no quisieron escucharnos y el INTA termina como termina, quedando claro que en adelante todo se tornará muy complejo”.
El Inase
Martiarena, además, dijo que la disolución del Inase va generar “una complicación más en lo referido a la propiedad intelectual” dado que “ya no habrá quién regule todas esas cuestiones. Sabemos que hay muchas presiones de mercados extranjeros y ahora quedamos con un Estado sin organismo regulador”.
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