Datos alarmantes que ponen en jaque a Corrientes
La producción está en rojo. Pérdidas millonarias y economías regionales devastadas por los incendios y la sequía. Código Campo
Las inclemencias climáticas, la sequía y los incendios han generado un enorme perjuicio y en varias provincias arrasaron la producción. En este marco, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro) dio a conocer un informe especial sobre la provincia de Corrientes con números provistos por técnicos y productores que cuantifican los serios daños en esas zonas, en especial las economías regionales.
Una primera estimación, remarca el trabajo, indica pérdidas de 5 mil millones de pesos para el sector arrocero” correntino, mientras que por la seca de yerbatales ese sector ya perdió 472 millones de pesos. Se calcula que fueron afectadas plantas de 0 a 10 años de edad en unas 1.200 hectáreas a 400 mil pesos la hectárea).
Por su parte, la ganadería estima pérdidas por disminución de producción que alcanzan los 3.500 millones de pesos, y la mortandad de animales se estima en 70.000 cabezas, lo que supone 5.200 millones de pesos perdidos. Además, vale considerar que cada punto de preñez menos son 20.000 terneros menos en la provincia de Corrientes, lo que implica 9.600 millones de pesos en total.
“Por la sequía estamos padeciendo una situación inédita para la provincia y para nuestra zona, donde no llueve desde el 15 de noviembre y tenemos en promedio temperaturas que rondan los 40-44 grados con apenas 15/17 % de humedad. Excepto algún registro o dato que nos comentan nuestros abuelos sobre una crisis de 1944/1945, no tenemos precedentes de tal magnitud. Por los incendios y la falta de agua, Corrientes es un desastre y estamos desesperados. Se está devastando la provincia”, dijo Orlando Stvass, que es tesorero de Coninagro y representa a Playadito, marca que elabora yerba mate en Corrientes producida a través de la cooperativa Liebig, federación asociada a Coninagro, en una nota televisiva.
Sobre las zonas afectadas, Stvass indicó que “la yerba está en una situación compleja. En Corrientes ya hemos perdido un 60% de la producción para 2023. Se viene una situación difícil. En 2022 tenemos el stock asegurado, porque debe estar de 9 a 12 meses estacionada”.
Sobre el desánimo de productores y las perspectivas a futuro, el productor y dirigente aseveró: “Se están muriendo las plantaciones nuevas que tienen desde 0 a 10 años. Los últimos años tuvimos buenos precios que pudimos trasladar a toda la cadena de valor y así aplicar tecnología, pero esas inversiones también se están perdiendo. Nos pegó durísimo, esto nos hace volver 10 años para atrás, porque el proceso de producción lleva tantos años que los productores no tienen ganas de insistir”.
“Que el Estado llegue antes, no después”
Por su parte, el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, criticó la falta de políticas de Estado activas. “Hay políticas operativas pero lo que necesitamos son políticas estratégicas, integrales y que sean ejecutadas; en otras palabras, necesitamos un Estado presente pero que llegue antes, no que llegue después. Esto es lo que refleja que cuando solicitamos políticas de Estado a largo plazo es para prevenir y evitar este tipo de desgracias”. Y agregó: “Mencionamos nuestra preocupación por el daño imposible de cuantificar que está sufriendo el ambiente y la biodiversidad en vastas zonas protegidas y de reservas”.
Números
En tanto, según datos aportados por el departamento de Recursos Naturales del INTA, en la localidad El Sombrero, Corrientes, las cinco principales cadenas productivas de la provincia: ganadera, forestal, arrocera, citrícola y yerbatera, configuran un cuadro de situación cuyo registro de hectáreas quemadas en zonas del Litoral como Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Chaco y Formosa supera las 520.000.
Para la confección del informe se trabajó con tres parámetros en cada cadena, todo expresado en millones de pesos: a) El daño directo a la producción; b) el daño estimado/eventual; y el daño a la infraestructura.
Los números que ponen en jaque a la producción
Citrícola:
a) $1.800 millones de pesos.
b) Pérdida de acceso a mercados por mala calidad (calibre de fruta), peligran cosechas de otoño (limón) y primavera. Plantas jóvenes se están secando.
Arrocera:
a) $4.968 millones de pesos.
b) Pérdidas de mercados por mala calidad del grano (todo quebrado). Peligra el 65% de la superficie para la próxima campaña.
Forestal:
a) $6.000 millones de pesos.
b) El cálculo referido apenas es estimativo ya que fue configurado sobre 10.000 hectáreas quemadas, cifra que según estimaciones extraoficiales ya alcanza las 13.000 consumidas por el fuego. Plantaciones jóvenes muy comprometidas.
Yerbatera:
a) $3.200 millones de pesos.
b) Aún no resulta posible medir y determinar la gran cantidad plantas que se están secando y muriendo.
Ganadería:
a) $3.575 millones de pesos.
b) $5.211 sólo estimando una mortandad del 1,5% superior al promedio normal y sin considerar los mayores gastos para contener la situación, ni el diferencial negativo de precios por venta forzada.
c) El dato referido a la pérdida en materia de infraestructura es transversal a todas las cadenas, representado principalmente en la reconstrucción de alambrados. Si se toma una ecuación modelo en la que 3.000 km x $1.000/metro = $3.000, la misma arroja un total de $27.754 pesos.
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