Sobre agentes durmientes y mecenas
Por Alejandro Di Palma (*)
Un agente durmiente es un espía infiltrado en un país u organización objetivo, no para emprender una misión de manera inmediata, sino para actuar como un activo potencial si se activa. Incluso si no está activado, el “agente durmiente” sigue siendo un activo y sigue desempeñando un papel activo en la sedición, la traición o el espionaje, en virtud de aceptar actuar si se activa.
Caso 1. Según confiaron cerca del Presidente, fueron los funcionarios de La Cámpora los que armaron el pliego de licitación que ganó Techint y de la chapa que el grupo fabrica en Brasil, de 33 milímetros de espesor. “Si en lugar de poner esa especificación hubieran puesto 31 mm, como son los gasoductos en Europa, se podría haber provisto caños desde otra firma que produce en Villa Constitución (Laminados Industriales SA). Los que están usando incorrectamente la lapicera son los funcionarios de Cristina”, explicaron fuentes oficiales.
Caso 2. El segundo punto interesante para analizar es el que queda expuesto al señalar un problema similar ocurrido durante el gobierno de CFK: “En algún punto, pareciera que la Vicepresidente está mal dateada por sus subordinados. Porque al igual que ahora, cuando en 2009, durante su primer Gobierno, el Enargas impulsó la ampliación del gasoducto submarino San Martín por debajo del Estrecho de Magallanes, la chapa de los caños también se construyó en Confab, la fábrica de chapa laminada de Techint en el Sur de Brasil”.
El primer caso (04/06/2022) explica:
1) La eyección del ministro de Desarrollo Producctivo (Matías Kulfas).
2) Que en este momento y veladamente, se desarrolla una guerra estremecedora donde vuelan acusaciones serias de corrupción entre los entornos del Presidente y la Vicepresidente, y se desnudan altos niveles de descomposición en la cúspide del oficialismo y que, en complemento del caso 2, se dejan expuestos estos temas técnicos que son recurrentes en la historia energética argentina y tienen impresos asuntos con cierto olor a negociado.
Este punto anterior deja expuesto un problema que nadie quiere reconocer: la Secretaría de Energía está colonizada por las empresas energéticas. Esto significa que los funcionarios de segundo y tercer nivel se encuentran becados y en algún momento deben devolver los favores a sus “mecenas”. Lo ocurrido es un claro ejemplo que vuelve verosímil esta teoría: estos burócratas simplemente se encuentran infiltrados e inactivos a la espera de su necesaria participación.
Un formato al estilo de las películas relacionadas con el espionaje o de espías, no la de alto contenido ficcional como James Bond, sino algo más basada en la realidad como las adaptaciones de John le Carré (“El Topo” 1974).
Esto anterior quiere decir que, sin importar el color o el poder del gobierno de turno, la cartera de Energía “tiene vida propia”, evoluciona en el sentido que resulta ser orientado desde estas líneas de tecnócratas encubiertos, que se “activan” ante la aparición de un potencial negocio y operan técnicamente a favor de su “patrocinador”, su “protector”, su “benefactor”, su “auspiciante”, su “padrino”.
La empresas energéticas siguiendo el ejemplo que hizo famosa a Florencia en la época del Renacimiento, y, particularmente, a los Médici, quienes fueron una poderosa e influyente familia que se hicieron famosos por patrocinar a artistas y científicos de su época, se lanzan en una cacería de talentos “muy leales” que serán incluidos en la Secretaría de Energía bajo su patrocinio.
Ya en el siglo XXI, el pináculo del capitalismo mercantil y financiero, las empresas energéticas dejarán en nuestro país su impronta en el arte de velar las transferencias de riquezas desde la sociedad hacia las empresas concentradas, ejerciendo abundantemente el mecenazgo.
La combinación de ese mecenazgo con el carácter de agente durmiente de estos burócratas seleccionados, explica las siguientes observaciones:
1) Que la energía se haya convertido (hace años) en el vehículo para la transferencia de riquezas desde la sociedad hacia las grandes empresas.
2) Curiosamente, los empresarios más importantes del país comenzaron desde hace algún tiempo a participar de este rubro.
3) El extraño mal funcionamiento de un área que resulta absolutamente medular. No se pueden verificar acciones asertivas en el área energética, ¿una extraña coincidencia?
4) La inexplicable falta de interés en perseguir quitar el velo sobre temas tan obvios e inmediatos que cualquier adolescente puede ver… “¿cuál es el verdadero costo de la energía en todos sus formatos”? Una pregunta simple que nadie se hace.
Está claro que pasan los gobiernos y nadie quiere resolver estos temas.
Un ejemplo de inoperancia, impericia, falta de previsión y torpeza: falta combustible y el Gobierno, después de negar el faltante durante meses lo que agravó el problema, evita que den explicaciones los funcionarios encargados de este tema. El “subsecretario de hidrocarburos” y fundamentalmente el “director de refinación y comercialización de hidrocarburos”, dos funcionarios a quienes nadie pide explicaciones.
El desvarío energético
Los gobiernos, uno tras otro, hacen suyo el desvarío energético que se torna visible con cada escándalo que cruza a una cartera colonizada por los intereses privados.
Un entramado de funcionarios becarios, que transitan su función invernando, a la espera de su turno para devolver favores.
De esa manera se explica la curiosa permanencia “in eternum” (aeternum) de segundas y terceras líneas. Amparadas siempre en la lógica del escalafón administrativo, operan como “agentes durmientes” en una saga de espionaje.
Es que los sucesivos errores, la descoordinación y torpeza, que ya rozan lo oprobioso, no pueden ser explicados desde el simple desgobierno. Digamos que la cartera de Energía “tiene vida propia”, una autodefinición que explica gran parte de la transferencia de rentas desde la sociedad hacia grupos concentrados que se han llevado en los últimos tiempos.
Cualquier solución debe pasar inexorablemente por la desarticulación inmediata de este complejo entramado que responde a los más diversos intereses. Ninguno nacional.
(*) Empresario paranaense. Titular Estación de Servicio de Laurencena.
Un agente durmiente es un espía infiltrado en un país u organización objetivo, no para emprender una misión de manera inmediata, sino para actuar como un activo potencial si se activa. Incluso si no está activado, el “agente durmiente” sigue siendo un activo y sigue desempeñando un papel activo en la sedición, la traición o el espionaje, en virtud de aceptar actuar si se activa.
Caso 1. Según confiaron cerca del Presidente, fueron los funcionarios de La Cámpora los que armaron el pliego de licitación que ganó Techint y de la chapa que el grupo fabrica en Brasil, de 33 milímetros de espesor. “Si en lugar de poner esa especificación hubieran puesto 31 mm, como son los gasoductos en Europa, se podría haber provisto caños desde otra firma que produce en Villa Constitución (Laminados Industriales SA). Los que están usando incorrectamente la lapicera son los funcionarios de Cristina”, explicaron fuentes oficiales.
Caso 2. El segundo punto interesante para analizar es el que queda expuesto al señalar un problema similar ocurrido durante el gobierno de CFK: “En algún punto, pareciera que la Vicepresidente está mal dateada por sus subordinados. Porque al igual que ahora, cuando en 2009, durante su primer Gobierno, el Enargas impulsó la ampliación del gasoducto submarino San Martín por debajo del Estrecho de Magallanes, la chapa de los caños también se construyó en Confab, la fábrica de chapa laminada de Techint en el Sur de Brasil”.
El primer caso (04/06/2022) explica:
1) La eyección del ministro de Desarrollo Producctivo (Matías Kulfas).
2) Que en este momento y veladamente, se desarrolla una guerra estremecedora donde vuelan acusaciones serias de corrupción entre los entornos del Presidente y la Vicepresidente, y se desnudan altos niveles de descomposición en la cúspide del oficialismo y que, en complemento del caso 2, se dejan expuestos estos temas técnicos que son recurrentes en la historia energética argentina y tienen impresos asuntos con cierto olor a negociado.
Este punto anterior deja expuesto un problema que nadie quiere reconocer: la Secretaría de Energía está colonizada por las empresas energéticas. Esto significa que los funcionarios de segundo y tercer nivel se encuentran becados y en algún momento deben devolver los favores a sus “mecenas”. Lo ocurrido es un claro ejemplo que vuelve verosímil esta teoría: estos burócratas simplemente se encuentran infiltrados e inactivos a la espera de su necesaria participación.
Un formato al estilo de las películas relacionadas con el espionaje o de espías, no la de alto contenido ficcional como James Bond, sino algo más basada en la realidad como las adaptaciones de John le Carré (“El Topo” 1974).
Esto anterior quiere decir que, sin importar el color o el poder del gobierno de turno, la cartera de Energía “tiene vida propia”, evoluciona en el sentido que resulta ser orientado desde estas líneas de tecnócratas encubiertos, que se “activan” ante la aparición de un potencial negocio y operan técnicamente a favor de su “patrocinador”, su “protector”, su “benefactor”, su “auspiciante”, su “padrino”.
La empresas energéticas siguiendo el ejemplo que hizo famosa a Florencia en la época del Renacimiento, y, particularmente, a los Médici, quienes fueron una poderosa e influyente familia que se hicieron famosos por patrocinar a artistas y científicos de su época, se lanzan en una cacería de talentos “muy leales” que serán incluidos en la Secretaría de Energía bajo su patrocinio.
Ya en el siglo XXI, el pináculo del capitalismo mercantil y financiero, las empresas energéticas dejarán en nuestro país su impronta en el arte de velar las transferencias de riquezas desde la sociedad hacia las empresas concentradas, ejerciendo abundantemente el mecenazgo.
La combinación de ese mecenazgo con el carácter de agente durmiente de estos burócratas seleccionados, explica las siguientes observaciones:
1) Que la energía se haya convertido (hace años) en el vehículo para la transferencia de riquezas desde la sociedad hacia las grandes empresas.
2) Curiosamente, los empresarios más importantes del país comenzaron desde hace algún tiempo a participar de este rubro.
3) El extraño mal funcionamiento de un área que resulta absolutamente medular. No se pueden verificar acciones asertivas en el área energética, ¿una extraña coincidencia?
4) La inexplicable falta de interés en perseguir quitar el velo sobre temas tan obvios e inmediatos que cualquier adolescente puede ver… “¿cuál es el verdadero costo de la energía en todos sus formatos”? Una pregunta simple que nadie se hace.
Está claro que pasan los gobiernos y nadie quiere resolver estos temas.
Un ejemplo de inoperancia, impericia, falta de previsión y torpeza: falta combustible y el Gobierno, después de negar el faltante durante meses lo que agravó el problema, evita que den explicaciones los funcionarios encargados de este tema. El “subsecretario de hidrocarburos” y fundamentalmente el “director de refinación y comercialización de hidrocarburos”, dos funcionarios a quienes nadie pide explicaciones.
El desvarío energético
Los gobiernos, uno tras otro, hacen suyo el desvarío energético que se torna visible con cada escándalo que cruza a una cartera colonizada por los intereses privados.
Un entramado de funcionarios becarios, que transitan su función invernando, a la espera de su turno para devolver favores.
De esa manera se explica la curiosa permanencia “in eternum” (aeternum) de segundas y terceras líneas. Amparadas siempre en la lógica del escalafón administrativo, operan como “agentes durmientes” en una saga de espionaje.
Es que los sucesivos errores, la descoordinación y torpeza, que ya rozan lo oprobioso, no pueden ser explicados desde el simple desgobierno. Digamos que la cartera de Energía “tiene vida propia”, una autodefinición que explica gran parte de la transferencia de rentas desde la sociedad hacia grupos concentrados que se han llevado en los últimos tiempos.
Cualquier solución debe pasar inexorablemente por la desarticulación inmediata de este complejo entramado que responde a los más diversos intereses. Ninguno nacional.
(*) Empresario paranaense. Titular Estación de Servicio de Laurencena.
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