IVA e importaciones, las dos temas que más preocupan a los productores de cerdos

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El Día de la Porcicultura, celebrado este 14 de junio, fue una buena razón para que los productores de cerdos argentinos hablaran –a través de una reunión virtual– de sus problemas, que no son pocos, y, también, plantearan los desafíos de cara al futuro.

La fecha, además, coincidió con los 100 años de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), pronta a convertirse en la Federación Porcina Argentina (FPA), según lo aprobado en la asamblea extraordinaria el 26 de mayo pasado. Esa decisión amplía la representatividad del sector sumando a las cámaras provinciales de productores, entre ellas la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper), y entidades como el Grupo de Intercambio Tecnológico de Explotaciones Porcinas (Gitep) y Pormag.

El presidente de la AAPP, Adolfo Franke (foto), en este sentido, señaló que la FPA aumentará la representatividad federal, facilitará el consenso interno y evitará la toma de decisiones “no acordadas” entre los productores, como, por ejemplo, la baja del IVA en 2017, aplicada desde febrero de 2018, que “es una de las barreras que más afectan al sector e impactan en su desarrollo”.

El IVA.

A propósito del IVA, Franke observó que el primer impacto sobre los saldos técnicos del IVA “tiene que ver con la caja del productor”.

“Si analizamos la cuenta IVA, las diferencias entre IVA Ventas, con una alícuota del 10,5%, y el IVA Compras, con un mix de alícuotas entre el 10,5% y 21%, se observa que, salvo rentabilidades antes de impuestos por encima del 20%, el productor paga más en IVA Compras que lo que recibe por el IVA Ventas. Esto genera un saldo técnico de IVA irrecuperable, o sea un sobrecosto impositivo, que tiene la particularidad de que cuanto menor es la rentabilidad mayor es el sobrecosto”, detalló.

En la actualidad, “operando con rentabilidad nula para productores eficientes, el sobrecosto es de aproximadamente 10 $/kg, es decir empeora la rentabilidad en un 5%”, estimó el presidente de la AAPP. Cuestionó, en este sentido, las respuestas oficiales cuando debaten este tema: “Los funcionarios comentan que muchas actividades tienen el mismo problema de saldos técnicos de IVA, y que resolverlo generaría un gran impacto en los ingresos del Estado, sin importar la pérdida económica de los productores, que generan puestos de trabajo, actividad económica e inversiones”.

El otro impacto de la modificación de la alícuota de IVA Ventas está relacionado con la imposibilidad de recuperar la componente del IVA Inversiones, estimada en un 19%. “Por lo tanto las inversiones se incrementan en esa magnitud: de 6.000 u$s/cerda productiva pasan a 7.140 u$s/cerda productiva”, precisó.

Para el IVA Inversiones, apuntó Franke, “hemos acordado una solución en la propuesta de Ley de Fomento Agroindustrial, que estamos a la espera de su promulgación y su posterior reglamentación” aunque por el momento no hay novedades.

Franke destacó “el reconocimiento de la necesidad de financiamiento que requiere el sector”, por parte del Ministerio de Desarrollo Productivo, pero “urge resolver al menos el tema IVA Inversiones para permitir el desarrollo” de la actividad.

Si el sector retoma las tasas de crecimiento del 6% anual, equivalentes a unas 15.000 cerdas productivas/año, en el próximo quinquenio, según las estimaciones de la AAPP, podrían generarse inversiones por 420 millones de dólares, que generarían 13.500 puestos de trabajo, y el Estado incrementaría, en ese período, sus ingresos en 66 millones de dólares si se contabiliza exclusivamente la etapa de producción primaria.

El impacto negativo de las importaciones

El desequilibrio que generan las importaciones de carne de cerdo es, a juicio de la AAPP, el problema “más urgente” a solucionar.

Franke explicó que la demanda mundial de carne de cerdo “ha tenido una fuerte caída” desde mediados del año pasado generando un sobrestock en los países productores. “Esto ha producido una fuerte caída en nuestras exportaciones, y, por otro lado, un aumento exagerado en las importaciones, en especial desde Brasil, que desde hace seis meses, los productores del país vecino, están vendiendo a pérdida”, señaló. Las importaciones de cortes congelados de Brasil llegan a precios inferiores al costo de producción argentino.

El sector porcino, añadió Franke, “no se escapa de las reglas generales: la cotización actual del dólar oficial fomenta las importaciones y penaliza las exportaciones”, dijo, al tiempo que recordó que la alícuota del 5% de retenciones.

En el período julio 2021 a abril 2022, apuntó, las importaciones desde Brasil crecieron un 80%, mientras que las exportaciones disminuyeron un 75%. “Esto genera un fuerte impacto”, subrayó.

Durante el primer cuatrimestre del corriente año “ingresaron a nuestro país 19.444 toneladas de cortes de carne porcina, externalizando divisas por 50,5 millones de dólares, en un momento en que no alcanzan los dólares y que se frenan las importaciones de insumos o repuestos para el sector por falta de dólares”, se quejó.

Observó, asimismo, que la importación tiene la particularidad de traer los cortes de mayor valía, lo que genera “una desarticulación del valor local de la media res, que afecta directamente en una disminución del precio pagado a los productores y en nada beneficia a los consumidores”.

– ¿Quiénes se benefician con esta avalancha de importaciones?

– Los productores no se benefician y los consumidores, a priori, tampoco porque los precios en góndola han subido. Se benefician los operadores que compran y venden, eso es lo que está pasando, y no generan valor ni mano de obra.

Sin rentabilidad

La rentabilidad, en la actualidad, “es nula para los productores eficientes y con escala, y negativa para el resto”, remarcó el presidente de la AAPP.

Franke, además, hizo “un llamado de atención a las autoridades” para que remuevan las barreras que afectan al sector:

• Saldos técnicos de IVA.
• IVA Inversiones
• Limitar la importación de excedentes de ocasión.
• Equidad sanitaria con países vecinos.
• Promover el consumo de carne porcina.

La agenda de la FPA

José Dodds, el futuro coordinador de la Federación Porcina Argentina, por su parte, dijo que la nueva entidad, con una amyor institucionalidad, llevará adelante una agenda con base en cuatro ejes: trabajar en la cadena, en la producción, en los mercados y en el ambiente. “No hay un desafío más importante que otro. Todos son importantes”, enfatizó.

Esa agenda se resume en los siguientes puntos:

• Defender la rentabilidad del productor.
• Mantener el estatus sanitario.
• Mejorar la representatividad.
• Promocionar el consumo de carne porcina.
• Promover el financiamiento.
• Ayudar a la apertura de mercados.
• Generar una actividad sustentable: infraestructura, medio ambiente y bienestar animal.

Algunos números de la actividad

Durante el encuentro virtual, Franke y Dodds, además, dieron algunas cifras sobre el pasado y presente de la producción porcina.

• En la década del ’40, el consumo por habitante fue el mayor del Siglo XX: 8,5 kg-per cápita/año, superado recién en 2008. Actualmente, el consumo ronda los 17 kg.
• La producción se incrementó un 8,8% anual en el período 2011-2021. Este es un crecimiento inusual, resultado del compromiso y el uso tecnología del productor porcino.
• Si se toma el período 2018-2021, el aumento anual fue del 5,8%, debido, en gran medida, al incremento de productividad, estimado en un 3,3 % anual; es decir que el aumento de cerdas anual productivas resultó del orden del 1,5%. A partir de 2018 se detuvo la expansión de criaderos.
• La caída en el crecimiento de criaderos obedece a la modificación de la alícuota del IVA ventas de capones en pie y carne fresca, que pasó del 21% al 10,5 %, a lo que se sumó la crisis económica. Esta modificación genera sobrecostos impositivos insuperables, que a la fecha no se han resuelto.

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