La grieta está en todos lados y en el sector porcino también
Por Juan Luis Uccelli (*)
La Cámara Argentina de la Industria de Cacinados y Afines (Caicha) tiene 70 años de trayectoria en la Argentina y cuenta entre sus socios a empresas chacinadoras en su mayoría de la región de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires. Sorprenden algunas consideraciones en una carta que circuló por los medios en los últimos días por algunos errores, que creemos, son el resultado de malas interpretaciones y datos no reales, que generan una confusión en la opinión pública.
El precio del capón
En nuestro país el precio del capón está informado semanalmente por la Dirección de Control Comercial Agropecuario (Ex Oncca) dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. La información es suministrada bajo declaración jurada por los compradores de cerdos para faena, dentro de los cuales está incluido la gente de Caicha, en un porcentaje menor. De ahí sale un precio promedio que esta semana fue de $171.02 más IVA y un precio máximo ponderado (que sale del 10% de mayor valor y en esta semana son 7.866 cabezas) de $208.37 más IVA. Esto es realidad y se puede corroborar toda la historia en https://www.magyp.gob.ar/sitio/areas/gestion/
Nombran a Pormag una entidad que colabora con los productores que son socios de la misma en colocar sus cerdos en el mercado y que fija un precio de referencia, que a veces se logra y otras no, pero que colabora indirectamente con todos los productores, proponiendo mejoras de precio en un sistema donde los vendedores son más de 3.400 y en menos de 50 compradores se concentra el 80% del total. Finalmente comentan un precio de referencia propio que nunca fue tomado en ninguna transacción, por la baja representación y el desconocimiento del modo de armado.
Hablan de una suba del 30% desde mayo. Los datos del Magyp son del 5,3% para el promedio y del 8,8% para el máximo ponderado, ambos muy lejos del costo de vida .
Especulación de los productores primarios
El productor de cerdos es un esclavo de su producto, cuando llega a un peso lo debe vender y no tiene la posibilidad de retenerlo. Nunca pudo especular, todo lo contrario, cuando el mercado necesita cerdos bajan el peso de faena para cumplir, perdiendo rentabilidad y cuando sucede lo del primer semestre de este año, que las importaciones frenaron la entrega, aumenta el peso de faena, aumenta su costo de producción y encima es castigado por los compradores por “exceso de peso” con menor precio del mercado.
Faltaron 134.000 cerdos por semana
Este es el error más grande. Hablan que el año pasado importaron porque faltaron 134.00 cerdos por semana. Cuando este número lo llevamos a kilos de media res nos da un valor de 630.000 toneladas que serían 16,3 kilos por habitante y por año. No merece mayor comentario.
Aumento de la carne porcina al mostrador y de los fiambres
Hablan en la carta y después en un artículo periodístico que el aumento del cerdo provocará un aumento en la carne fresca al público del 40%. Si esto sucede la carne de cerdo quedaría más cara que la carne vacuna y nadie la compraría. Si hoy consumimos 18 kilos de carne fresca por habitante es por todo el trabajo que hizo la AAPP junto con Gitep y Pormag desde 2005 y que se sumaron las cámaras provinciales en 2017. Caicha nunca estuvo de acuerdo en la campaña, ni acompañó.
Con respecto a la suba de los fiambres y chacinados, la participación de la carne de cerdo es cada vez menor y es lógico pensar que todos los otros insumos (la mayoría) son los que subieron.
Parte del problema con los fiambres y chacinados es el poder adquisitivo de la población que ya los toma como algo fuera del consumo normal.
La grieta está en todos lados en nuestro país y en el sector porcino también existe y hay algunos que la quieren profundizar, en un momento donde deberíamos hacer todo lo contrario, sumar esfuerzos, trabajar en encontrar soluciones y priorizar por encima de todo el trabajo nacional
(*) Ingeniero zootecnista. JLU Consultora
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