Etchegoyen criticó la creciente presión fiscal: “Es mucho, muchachos, paren de gastar”
“La gente no da abasto para pagar tantos impuestos”, se quejó el presidente de la Sociedad Rural de Federal. El dirigente criticó a los políticos y convocó a los jóvenes a participar en el gremialismo. También se acordó de un senador. Danilo Lima
Sin leer y sólo con un “machete” en la mano –con el punteo de los temas sobre los que quería hablar–, el presidente de la Sociedad Rural de Federal, Diego Etchegoyen, en su carácter de anfitrión, fue el encargado de abrir el acto de inauguración de la 77ª Exposición Ganadera, en la tribuna del predio “Malvinas Argentinas”.
El ruralista, de arranque nomás, se emocionó cuando recordó que fueron Humberto Agosti y Jorge Rafaelli, dos hombres que ya no están, los que “fueron a buscarme, a convocarme, hace más de 18 años, como sangre joven” para que se asociara a la rural. Y lo mismo hizo él, ahora, al convocar a los más jóvenes para “que participen y se sientan representados, y si no los representamos bien, que nos lo digan” porque “nosotros tenemos que dar ejemplo de gremialismo”.
Etchegoyen repasó el crecimiento institucional y, en este sentido, remarcó el dictado de cursos sobre manejo de pastizales naturales y las becas otorgadas a algunos chicos para que estudien. “Es nuestro granito de arena que hacemos a favor de la educación”, subrayó.
Problemas.
Al repasar los problemas que preocupan a los productores federalenses, Etchegoyen se detuvo en la seguridad y pidió que la Policía, que en el departamento “hace lo que puede con los medios que tiene”, sea “acompañada por la Justicia, que es demasiado lenta”, y criticó que “la salud y la educación, como sucede con tantas cosas en nuestro país, estén tan castigadas”.
En materia de caminos, el presidente de la rural del centro-norte entrerriano observó que “de los 1.500 kilómetros que tenemos en nuestro departamento, sólo 5% de los caminos están asfaltados”.
Con relación a la economía, Etchegoyen se quejó porque el sector agropecuario “tienen 0 financiamiento” y, aclaró: “Lo que se ve acá, este nivel de excelencia genética, es producto de la pasión” de muchos productores que llevan adelante la ganadería, más que como actividad económica, “como un hobby”.
Cuestionó, además, la creciente presión fiscal, con doble imposición, con impuestos distorsivos. “La gente no da abasto para pagar tantos impuestos; es mucho, muchachos, paren de gastar”, les pidió a los funcionarios, y reflexionó: “Si nosotros, en nuestras casas, sabemos administrar las cosas, también hay que hacerlo en el Estado”.
Política.
De cara a las próximas elecciones –las PASO primero y las legislativas más tarde–, el ruralista les dijo a los productores que “nadie debe dejar de votar porque siempre hay que elegir y después, si es necesario, retarlos, porque los políticos se deben a la función y al servicio público, y eso es algo que no deben olvidarse nunca”.
“Tenemos más del 50% de pobres en un país rico”, se lamentó, y opinó que “tenemos que administrar abundancia, no pobreza, y la riqueza hay que repartirla, cuando se la tiene, y hoy Argentina está pobre”.
Sobre una foto.
Etchegoyen, tal vez en el pasaje más aplaudido de su discurso, también se acordó, aunque sin nombrarlo, del senador nacional Alfredo De Ángeli, por el encuentro que mantuvo con el dirigente Juan Grabois. “La foto no me gustó, se los tengo que decir como dirigente y como ciudadano, porque una foto con alguien que no respeta la propiedad privada, no se merece nada”, disparó el federalense, y lo argumentó: “No hay república posible sin el respeto a la propiedad privada”.
Las restricciones a las exportaciones.
Etchegoyen, en otro orden, remarcó que las restricciones a las exportaciones de carne “no resolvió nada” y el precio en las carnicerías “no bajó, simplemente se logró una baja momentáneamente del valor de una hacienda que no comemos”. “Están aplicando las mismas políticas absoletas que nos llevan a una espiral descendente”, criticó.
Sobre el final, Etchegoyen agradeció la presencia de todos en Federal y cerró con un fuerte “¡aguante el campo, carajo!”.
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