El impacto de la bajante del Paraná, en la mirada de dos especialistas
Juan Borús, del INA, y Guillermo García, de Ciara-CEC, dieron información sobre este fenómeno que no deja de sorprender a todos. Explicaron qué puede pasar en los próximos meses, y, sobre todo, cuál es la consecuencia en la navegabilidad del río. Código Campo
La bajante del Paraná es histórica y su impacto en distintos ámbitos es muy importante, y, sobre todo, preocupante porque hacía décadas que el río no tenía este comportamiento.
En este marco, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos organizó un webinar del que participaron dos especialistas: Juan Borús, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), y Guillermo García, vicepresidente 1º de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Borús, durante el encuentro virtual, mostró en gráficas históricas lo lejos que está el nivel del río de los promedios, y destacó que las “perspectivas del río son inferiores a las normales y se van confirmando día a día”.
“La perspectiva es realmente negativa”, destacó el especialista, quien también comentó que desde el INA se estableció originalmente tres escenarios alternativos posibles para el comportamiento de la actual bajante del río Paraná con el fin de servir de base para la puesta en marcha de acciones en los sectores de mayor impacto.
“En las últimas semanas se ha producido, desde territorio brasileño, el aporte de caudales superiores a los originalmente previstos dando como resultado la estabilización de los niveles de la bajante en prácticamente todo el tramo argentino del río Paraná. En consecuencia, el comportamiento del río se ha alejado temporalmente de aquello ocurrido en 1944, la bajante más severa registrada”, dijo Borús.
Consecuencias.
Sobre las implicancias de la bajante del Paraná, García resaltó que “cada reducción de un pie de calado implica cargar 2.500 toneladas de mercancía (TM) menos en un Panamax, y entre 1.500 y 1.800 TM en un Handysize o Handymax. Además, se produjeron cambios en el flujo de camiones a los puertos del sur, Necochea y Bahía Blanca, en relación a los puertos de up river.”
García proyectó que deberemos transitar el resto de 2021 en esta situación, mientras para 2022 se espera “alguna mejora parcial” del río Paraná.
Ante escenario, “deberemos maximizar la eficiencia del calado de los canales por lo que se torna crítica la etapa de transición de AGP desde el 14 de septiembre de 2021. El sistema requerirá del concesionario un mantenimiento constante de manera de no generar mayores obstáculos a la principal vía de exportación económica de la Argentina”, advirtió el vice 1°de Ciara-CEC.
En este sentido, García remarcó que “será necesario el acompañamiento de las instituciones, como es el caso de la Bolsa de de Cereales de Entre Ríos y las otras, para que podamos encarar esta transición de AGP. Es importante que vayamos a una licitación del dragado de la Hidrovía que garantice un mayor calado con las mejoras en pasos y radas de espera de manera de adaptarnos a los mayores buques”.
“El costo logístico de nuestras exportaciones es una de las variables críticas de nuestra competitividad, por lo que contar con una administración del manejo de la Hidrovía que reduzca los costos y garantice los pagos puntuales por servicio y un manejo ecológicamente sostenido, redundará finalmente en mayores precios para nuestros productores y mayor trabajo argentino”, enfatizó García.
Archivo relacionado: Descargar