La seca reduce los rendimientos del trigo en Entre Ríos y la producción será menor
La cosecha está en marcha y ya se sabe que los rindes serán sustantivamente inferiores a los proyectados al inicio de la campaña. Los especialistas estiman que se lograrán entre 20 y 30 quintales por hectárea, en promedio, cuando en el ciclo precedente el rinde se posicionó en 37 quintales. ¿Cuánta plata se puede perder? Danilo Lima
El clima, ese socio imponderable de los productores agropecuarios, otra vez, castigará duramente a los chacareros entrerrianos que sembraron trigo en la actual campaña agrícola, y, por lo tanto, impactará de lleno en sus bolsillos –y también en el bolsillo del fisco, el socio obligado del campo– dado que el combo sequía + heladas tardías recortarán los rendimientos del cereal entre un 19 y 46%, según las primeras estimaciones de los especialistas.
La trilla de trigo en la zona oeste de Entre Ríos ya está en marcha y hacia mediados de mes se generalizará en toda la provincia. Se trata de una superficie total implantada de unas 550.000 hectáreas (ha), según los números del Sistema de Información Agrícola de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber), un 6% más que en la campaña 2021/22 cuando se sembraron 518.000 ha.
A pesar de que el área implantada es mayor que en el ciclo agrícola precedente, la producción caerá debido a que los rendimientos serán menores. Las primeras estimaciones del Siber, en este sentido, indican que el rinde promedio provincial se ubicará entre los 20 y los 30 quintales (qq) por hectárea, mientras que el año pasado ese rendimiento se posicionó en casi 37 qq/ha –36,49 qq para ser exactos–.
Esa caída de los rendimientos es la razón por la cual la producción triguera entrerriana será menor, a pesar de que se sembró más que hace un año.
En la campaña 2021/22, la cosecha dejó 1.890.320 toneladas (tn). Este año, en cambio, dejará 1.100.000 tn, si se toma como base un rendimiento de 20 qq/ha, o 1.650.000 tn si el rinde se ubica en el orden de los 30 qq/ha. La caída de la producción, en consecuencia, será de 240.000 tn –en el primero de los casos– o de 790.000 tn –en el segundo–.
La merma de producción no se dará sólo en Entre Ríos. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en su última proyección, estimó a nivel nacional una cosecha de unos 14 millones de tn, muy por debajo de los 20,5 millones de tn que había proyectado al inicio de la campaña.
Menos plata
Una menor producción, obviamente, significa menos dinero para todos. Ahora bien, ¿qué significa, en plata, la merma de producción de la actual campaña respecto de la precedente en nuestra provincia?
Si se toma como base la cotización del trigo del último lunes ($ 56.980 - Pizarra Rosario), las 240.000 tn menos –si el rinde se posiciona en 30 qq/ha– representan, en números redondos, unos 13.675 millones de pesos –U$S 82,6 millones, al cambio oficial–, pero si el cálculo se realiza sobre la hipótesis de las 790.000 tn –si el rinde fuera de 20 qq/ha–, la cifra trepa a poco más de 45 mil millones de pesos –casi U$S 272 millones, siempre al cambio oficial–.
Se trata, debe remarcarse, de una primera estimación y los números, en modo alguno, son definitivos. Habrá que esperar la evolución de la cosecha para precisar los rendimientos finales, y, también, las cotizaciones del cereal, entre otras variables.
Hay, sin embargo, algo seguro: se perderá plata por menor producción y eso lo sentirán, principalmente, los productores, pero afectará a toda la cadena, a la economía de pueblos y ciudades que viven de la producción agropecuaria y al Estado.
Pajonal, el epicentro de la sequía
Desde el departamento Victoria, el corazón de la agricultura entrerriana, el presidente de la Sociedad Rural local, Eduardo Grimaux, señaló que “el epicentro de la sequía está en el distrito Pajonal y desde ahí se extiende a todos lados”. A pesar de que han caído algunas lluvias esporádicas “la seca es importante”, subrayó.
Los trigos en Victoria “están complicados”, agregó, y precisó que mientras el año pasado los rendimientos “anduvieron en los 45/50 quintales, según los lotes, ahora no van a llegar ni a 25 quintales”.
En el departamento Nogoyá, vecino a Victoria, añadió Grimaux, “aun lloviendo algunos milímetros más, como los suelos no son tan elásticos como en Victoria, en los mejores lotes sólo podremos esperar rendimientos de 20/22 quintales” cuando el año pasado el promedio se posicionó en 38 quintales.
En el departamento Tala, donde los suelos son todavía más duros, “aunque haya llovido más, los rendimientos no superarán los 25 quintales en los mejores lotes”, vaticinó Grimaux.
Con respecto a la siembra de los granos gruesos, el ruralista victoriense calificó el estado de los maíces como “razonable”, pero algunos lotes “en los bajos sufrieron las heladas tardías y están para ser resembrados o, en todo caso, para hacer otro cultivo como soja”.
Los productores, ante este escenario, “están expectantes a lo que pueda suceder con el tiempo, pero como saben que desde mediados de diciembre y enero lloverá menos que lo normal, apuntan a los maíces tardíos o de segunda”.
Con relación a la soja, los productores “están apuntando a ciclos medios y largos, y no cortos, precisamente por esa ausencia de lluvias pronosticada para diciembre y enero”, cerró Grimaux.
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