Bahillo admitió que la ley de emergencia agropecuaria debe mejorarse
El secretario de Agricultura cree que la norma debe adecuarse y para eso es vital el trabajo entre los productores y el Gobierno. Bahillo, en otro orden, arriesgó una hipótesis sobre cómo solucionar la falta de dólares. Danilo Lima
Al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, hay que reconocerle dos cosas: ser el único funcionario de alto rango que ha visitado exposiciones rurales en Entre Ríos, por un lado, y, por el otro, su esfuerzo en explicar las acciones del oficialismo ante los problemas del sector agropecuario, aun cuando los cuestionamientos de los productores son tan grandes como su falta de confianza en el Gobierno.
Bahillo estuvo este domingo en Gualeguaychú para inaugurar la 130ª Exposición de Ganadería, Industria y Comercio de la Sociedad Rural local. Escuchó críticas y reclamos, y, después, habló de las consecuencias de la sequía, repasó las acciones del Gobierno ante ese desastre, dio números –muchos números– y pintó un panorama optimista de cara al futuro.
La presencia del secretario de Agricultura en la Sociedad Rural de Gualeguaychú –entidad de la que formó parte, hace algunos años, como integrante de su comisión directiva–, sin embargo, recién se confirmó bien entrada la mañana de este domingo.
Convivir con la sequía
Bahillo señaló que “lo más gravitante durante este último año fue convivir con la sequía más importante de la historia de nuestro país. Esa sequía provocó perjuicios para todos, y, fundamentalmente, para los productores”.
Admitió, en este sentido, que “indudablemente la ley de emergencia agropecuaria debe adecuarse, mejorarse, y es una responsabilidad nuestra trabajar en conjunto con ustedes para ver cómo lo hacemos”.
Colombatto, unos minutos antes, había dicho desde la tribuna gualeguaychuense que las medidas tomadas ante la sequía no habían cubierto “ni la más mínima expectativa”, al tiempo que le reclamó “un mea culpa” al Gobierno.
“Lo entiendo a José (Colombatto), dice que fue poco y que fue insuficiente, es la opinión de él y la respeto, no voy a polemizar”, dijo Bahillo, y se enfocó en explicar lo que hizo el Gobierno ante la emergencia.
“El objetivo de un gobierno no es reemplazar en una sequía el ingreso genuino que tendría un productor en condiciones normales, porque no es la función del Estado, pero sí, por lo menos, generar las acciones y las políticas para que no nos quede ningún productor en el camino, para que pueda subsistir, seguir trabajando y seguir produciendo”, argumentó Bahillo.
Reseñó, asimismo, que la inversión fue “de alrededor de 40.000 millones de pesos, a través de transferencias a provincias y fondos rotatorios, mientras que en los programas directos desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca se invirtieron 24.600 millones de pesos, por lo que llegaron a 16.800 productores de manera directa”.
“Entiendo que puede haber sido poco, que puede haber llegado tarde, pero tratamos de estar presentes, entendemos que no estuvimos ausentes y en todo caso lo que queda como pendiente es mejorar los mecanismos de asistencia para que lleguen rápido, de manera directa, al productor”, añadió.
Expectativas
Bahillo, por otra parte, habló del futuro y dijo que las expectativas “son realmente buenas”. En trigo, enumeró, “estamos nuevamente en 5.800.000 hectáreas sembradas y esperamos unos 18 millones de toneladas, en soja 49 millones de toneladas, y en maíz más de 60 millones de toneladas, y eso nos permite ser optimistas en cuanto a la recuperación del sector, y, obviamente, la economía del productor y la economía de las cuentas públicas”.
En ganadería, resaltó, “ha habido en los últimos 45 días una recomposición importante del precio por encima de la inflación” y reconoció rápidamente que “el atraso que ha tenido el precio del kilo vivo de novillo durante un año y medio, recién ahora se recupera y se pone más o menos a tiro”.
Aun en este contexto “muy difícil, complejo, producto de la sequía, ha mejorado en casi 3 puntos la relación ternero-vaca. Esto nos permite tener 625.000 terneros más, todo, obviamente, por el gran mérito de los productores”, añadió.
En materia de exportaciones, Bahillo dijo que “si hacemos un corte de las toneladas exportadas –al 31 de julio se han exportado 556.000–, vamos camino a tener un récord de exportación de carnes en el país. Esto habla también de la eficiencia del sector y del profesionalismo”.
La falta de dólares
Bahillo, en otro orden, arriesgó una hipótesis sobre cómo solucionar la falta de dólares. “Hay en el mundo tres actividades que van a traccionar las economías de los países: la minería, la energía y la economía del conocimiento”, señaló, y precisó que “estos tres sectores son importantes para el sector primario, para las cadenas de alimentación, porque le van a dar a la economía del país los dólares que la economía necesita. Y esto, de alguna manera, va a evitar que el gobierno, sea cual fuere, a la hora de necesitar dólares piense sólo en el campo. Hay que diversificar la matriz de obtención de dólares a partir de otros sectores que los generen para que no sea siempre el campo quien abastezca al Estado”.
Para que esto se concrete, según Bahillo, hace falta que “la política se ponga de acuerdo. La política tiene que generar desde los distintos espacios cuatro o cinco medidas, ejes o vectores de crecimiento que sean un denominador para que se sostengan más allá de los cambios de gobierno”, opinó.
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