Al Gobierno "no le interesa" la producción de los agricultores familiares
El ingeniero agrónomo Carlos Retamoza cuestionó al presidente Milei por la decisión de terminar con el Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena. Pidió que el trabajo del organismo “sea conocido por el pueblo y los políticos, porque todos se tragan el discurso de Adorni, diciendo que son 900 ñoquis”. Danilo Lima
Este domingo 31 de marzo vencen los contratos de miles de trabajadores y profesionales en distintos organismos públicos nacionales, por decisión de la administración del presidente Javier Milei en el marco del durísimo ajuste que lleva adelante desde su llegada a la Casa Rosada.
El cierre del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Inafci), anunciado hace unos días por el vocero presidencial Manuel Adorni, deja sin empleo a unas 900 personas en todo el país, 40 de las cuales son de Entre Ríos.
El ingeniero agrónomo Carlos Retamoza, ex coordinador del Inafci en Entre Ríos, calificó de “lamentable” la decisión de Milei, entre otras razones, por “la enorme pérdida que significa un grupo de profesionales y de técnicos y técnicas que trabajan en relación con los pequeños productores en los 17 departamentos” de la provincia. “Habría que decirle al Gobierno nacional y al ministerio que tiene que ver con este tema, en primer lugar, que averigüen entre los gobernadores, los intendentes, los presidentes de las juntas de gobierno, la gente del INTA, del Senasa y de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, para saber si los técnicos que están en esta delegación trabajan o no trabajan en relación con los productores de los 17 departamentos de la provincia”.
Retamoza remarcó que “sería largo ponerse a detallar la cantidad de tamberos, citricultores, horticultores, pescadores, ganaderos, que han sido, no sólo atendidos y asesorados por el Inafci, sino ayudados a organizarse y formar cooperativas”, todos productores de pequeña escala que ofrecen su producción en las verdulerías de los pueblos, en las ferias que se hacen en las plazas, o son proveedores de algunos comercios locales.
Para Retamoza, al Gobierno “no le importa” la producción de los agricultores familiares porque “total van a hacer lo que ya están haciendo que es abrir las puertas para importar lácteos, carne, pollo, verdura, miel, todo lo que se produce, por ejemplo, en la provincia de Entre Ríos, y que lo producen los pequeños productores”.
– ¿Que el gobierno haya tenido un apoyo electoral tan grande valida estas decisiones? ¿La sociedad no le dio un aval con su voto para que tome este tipo de medidas?
– Creo que hay muchas cosas que han sido confusas, que ha sido una transmisión desde una posición que supuestamente venía a castigar a la casta –que serían los que se habrían apropiado de las riquezas del fruto del trabajo de los argentinos–, pero, sin embargo, sucede todo lo contrario. Esta es una muestra más de que los de la casta están contentos, que pueden ser los grandes supermercados que van a importar esos alimentos, los grandes terratenientes que van a quedarse con las tierras de estos pequeños productores que poco a poco van a ir quedando fuera de la producción.
– ¿Cuántos agricultores familiares quedan sin atención en la provincia?
– Cerca de 2.000 productores, que ahora quedan sin asesoramiento profesional. Entonces, esto lo que va a generar es más despoblación del campo, más de lo mismo.
Los despidos
En Entre Ríos, como dijimos, son 40 los profesionales y trabajadores que quedan en la calle, sin indemnizaciones, porque técnicamente no son planta permanente sino contratados, más allá de que en la práctica son despidos, sin eufemismos.
Retamoza, en ese sentido, se mostró escéptico respecto a que el Gobierno dé marcha atrás con esta medida. “Habrá que luchar como también habrá que luchar para que este sector no desaparezca”, enfatizó, al tiempo que consideró necesario que “todo este trabajo sea conocido por el pueblo, los políticos, porque todos se tragan el discurso de Adorni, diciendo que son 900 ñoquis”.
– Desde la creación del Programa Social Agropecuario (PSA), en 1993, hasta 2019, en Entre Ríos, en lo que hoy es el Inafci, hubo un solo coordinador. Alberto Fernández nombró a tres. ¿Esto no le da argumentos al Gobierno para decir que el Estado es una agencia de colocación de empleados?
– Cuando se ve desde afuera, se puede pensar así. Ahora, yo estuve en una reunión nacional de técnicos de todo el país, desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, éramos 180 coordinadores, y ahí vimos, en concreto, todo el trabajo que se hace.
Nosotros trabajamos en Victoria, Diamante, Islas, Gualeguay, Gualeguaychú, Concordia, Federación, en todos los lugares están esos técnicos, y de los 40 acá no sobra a nadie, acá lo que falta es que la movilidad que hay esté arreglada para que la gente pueda llegar a más lugares, para que la gente se quede en el campo.
Se han puesto cooperativas, empresas lácteas, invernáculos con riego, como en la zona de La Paz, estuvimos en muchos pueblos, y se puede llegar a muchos más.
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