Matías Martiarena es el nuevo director de la FAA entrerriana
El dirigente de Gualeguaychú sucede a Elvio Guía al frente de la entidad. Luciano Challio, de San Salvador, es el director suplente. Se impusieron en las comarcales al binomio integrado por Mariela Gallinger (Crespo) y Rubén Manucci (Viale). Danilo Lima
El productor agrícola y ganadero gualeguaychuense Matías Martiarena es el nuevo director del Consejo Delegado Entre Ríos de la Federación Agraria Argentina (FAA) tras las comarcales realizadas hoy en el Centro de Convenciones de Gualeguanchú. Sucede a Elvio Guía, el actual presidente de la FAA, y será secundado por el productor arrocero de Sn Salvador, Luciano Challio, como director suplente.
Estuvieron resentes 28 entidades con 30 delegados con votos. El binomio Martiarena-Challio se impuso al que conformaron Mariela Gallinger, de Crespo, y Rubén Manucci, de Crespo, por 24 a 6. Ahora será validado en septiembre próximo durante el congreso anual de la FAA que se llevará a cabo en Rosario.
“Para mí ha sido siempre extremadamente grato decir que vengo desde la Juventud de la Federación Agraria, siempre teniendo en cuenta que los hombres pasan y las instituciones quedan, y cada vez que uno tiene un rol como el que tengo ahora, uno debe ocuparlo con gran responsabilidad”, señaló Martiarena tras ser electo al frente de la FAA.
Al hablar de la actualidad que están viviendo los pequeños y medianos productores, el dirigente federado opinó que “es muy diversa”, dependiendo de la escala, porque “no todos los productores somos iguales”.
“Producir, para nosotros, es una forma de vida, no una unidad de negocios”, definió, y remarcó que “nuestras necesidades no son las mismas, por ejemplo, a la hora de arrendar un campo donde vemos muchísima presión de grandes pooles y de grandes actores dentro del negocio que hacen que muchísimos productores de una escala más chica queden afuera”.
La realidad, agregó Martiarena, “es que este gobierno brinda un gran beneficio a los grandes inversores, y trata de manera desleal a los que estamos en el juego desde hace tiempo” y “creo que eso es una gran falencia porque no podemos dejar nuestra escala liberada a una cuestión netamente de mercado. No es lo mismo ordeñar 40 vacas que 5.000, no es lo mismo producir 10.000/15.000 hectáreas que 240 y eso nos posiciona diferente en un mercado que realmente es avasallante”.
Para Martiarena, estos tiempos son similares a los años ’90. “Es preocupante porque el mercado no puede ser el único que regule en un mundo que está deprimido en sus commodities, en tasas de interés que todavía no sabemos cuáles son las que van a quedar y una economía sumamente volátil. Hoy, además, da mucho miedo endeudarse, así que veo mucha similitud con lo que pasó en los ’90. Las entidades debemos estar sumamente alertas”, advirtió.
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