El apoyo de CRA al Gobierno no significa sumisión ni acompañamiento mudo
José Colombatto, el vicepresidente de la entidad, explicó en Hasenkamp las razones del respaldo a la administración de Javier Milei. “Desde la voluntad de que a este Gobierno le vaya bien, tenemos el derecho de señalar lo que entendemos debe corregirse”, agregó. “Representamos a los productores y los defenderemos en cada ocasión que amerite, gobierne quien gobierne”, advirtió. Danilo Lima
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) pregonó un cambio sustancial de la política argentina de los últimos años, señaló José Ignacio Colombatto, el vicepresidente de la entidad, al hablar durante la inauguración de la exposición de la Sociedad Rural de Hasenkamp, y agregó que “no sólo impulsó nuevos rumbos, sino que, una vez logrado el viraje de signo gobernante, hicimos público el pedido a los legisladores para que la Ley Bases se transformara en la herramienta inicial de las modificaciones de fondo que el país necesitaba empezar a instrumentar”.
Esa comprensión de la coyuntura y el apoyo al Gobierno, argumentó, “era un respaldo que entendimos necesario ante la fragilidad que se evidenciaba en las cámaras y un convencimiento sobre los ejes del nuevo rumbo. También sabíamos que ese transitar hasta lo nuevo iba a estar plagado de espinas y de sacrificios desde todos los sectores”.
Ese acompañamiento, sin embargo, “jamás puede transformarse en sumisión ni en un acompañamiento mudo”, advirtió; “todo lo contrario, porque desde la voluntad de que a este gobierno le vaya bien, tenemos el derecho de señalar lo que entendemos debe corregirse”.
El ruralista de Gualeguaychú, asimismo, enfatizó que en el gremialismo agropecuario “no estamos para buscar conchabos ni posiciones acomodaticias” sino que “representamos a los productores, a sus intereses, y a sus familias, y desde ese espíritu los defenderemos en cada ocasión que amerite, gobierne quien gobierne”.
En esa línea de apoyo, pero con sentido crítico, “es que esgrimimos con argumentos que la identificación individual electrónica debe ser voluntaria. No hay una sola razón de peso que amerite la obligatoriedad para el pequeño productor o para aquel que no tiene en su horizonte intención alguna de vender fuera del país. Ello, como alguna idea sobre los cambios en los sistemas de vacunación contra la aftosa, son ideas que no compartimos y seguiremos dispuestos a defender en cada mesa de diálogo”.
Dijo, en este marco, que a CRA le preocupa la implementación de la resolución 1.115 de la Unión Europea, porque “amparados en ella, los importadores pueden arbitrariamente desconocer legislaciones argentinas impidiendo el ingreso de productos y subproductos que en nuestro país cumplen con las normativas ambientales vigentes, tanto provinciales como nacionales”.
Son la Cancillería y las Secretarías de Agricultura y de Ambiente, exigió, “quienes deben defender ante los organismos regionales e internacionales los sistemas de producción, legal y científicamente apropiados a nuestra diversidad de ambientes. Ponerlos en valor y lograr que los mercados acepten, confirmen, o acrediten que estamos trabajando en forma sustentable”.
Invitación
En otro orden, Colombatto invitó a los productores hasenkampenses al Congreso Nacional de Entes y Fundaciones de Lucha Sanitaria Animal, organizado por CRA y Carsfe, que tendrá lugar el próximo miércoles 28 y jueves 29 de agosto en la ciudad de Santa Fe.
El congreso contará con destacados referentes nacionales e internacionales que abordarán temas inherentes a la sanidad animal y que “resulta imprescindible conocer sobre todo cuando hay embates de sectores irresponsables para dejar de vacunar”, subrayó.
Los jóvenes
Al inicio de su discurso, Colombatto había definido a la Sociedad Rural de Hasenkamp como una entidad “potente, ordenada, representativa y es un orgullo estar acompañándolos en este trayecto” porque “en los tiempos que corren no resulta sencillo que los jóvenes se involucren en actividades que no tienen rédito económico. Y, justamente, el gremialismo rural sólo deja como recompensa el regocijo del deber cumplido y el orgullo de una lucha muchas veces quijotesca en defensa del productor agropecuario”.
Los jóvenes, remarcó, “nos marcan el camino, toman la posta y a la vez nos contagian de energía cuando los más grandes empezamos a flaquear. A su vez, son un buen espejo para rescatar el sentido de pertenencia y la identificación con las gremiales que cobijan a los productores y sus familias, desde cada rural, pasando por Farer, hasta llegar a CRA”.
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