Es momento de demostrar que Argentina tiene uno de los sistemas de más sustentables
La nueva normativa de la Unión Europea sobre productos libres de deforestación fue uno de los temas que se debatió en el Congreso Federal Ganadero. “El 71% de la biomasa vegetal consumida por kilo vivo de la producción corresponde a pastizales y otras comunidades nativas y el 21% a pasturas sembradas. Sólo un 5% es grano de maíz, 1,5% pellets de oleaginosas y 1,5% silaje”, destacó Adrián Bifaretti, jefe del Departamento de Promoción Interna del Ipcva. Código Campo
Durante el tercer Congreso Federal Ganadero, que fu organizado por Rosgan y se realizó en la Bolsa de Comercio de Rosario, se abordó la “Nueva normativa de la Unión Europea (UE) sobre productos libres de deforestación”.
Durante el panel que contó con la participación del investigador de Conicet Gerardo Leotta, de la gerencia técnica de Consorcio ABC y referente de Visec; y Adrián Bifaretti, el jefe del Departamento de Promoción Interna del Ipcva se plantearon los desafíos para el país frente a los nuevos requerimientos del bloque europeo.
“Es momento de demostrar que Argentina además del mejor bife de chorizo, tiene uno de los sistemas de producción más sustentables del mundo”, subrayó Bifaretti sobre el cierre de su disertación, pero antes explicó por qué es importante adecuarse a la normativa de la UE y brindó detalles de todo lo que el país puede mostrar a los países miembros del bloque sobre sus sistema productivo.
“Es algo que se veía venir, no es que apareció de golpe. La UE aprueba este nuevo reglamento y empiezan a surgir las preguntas como si es necesario cuidar este mercado. Es un mercado de 500 millones de dólares, en volumen que tal vez no es tan importante, pero para un país que necesita divisas y lo que significa la cadena de ganado para el país es importante”, señaló.
Bifaretti resaltó que “la cadena de la carne venía organizándose para demostrar que tiene carne libre de deforestación” pero “por suerte hay un poco más de aire para organizarse y adecuarse a la nueva exigencia comercial”. Valoró la aparición de la prórroga para la puesta en marcha de la normativa
El jefe del Departamento de Promoción Interna del Ipcva apuntó que aunque se pueda discutir si la normativa es una intromisión a la soberanía, “la realidad es que los consumidores de la UE son cada vez más ecoactivos y les preocupa la cuestión medioambiental”.
En ese sentido, repasó algunos de los estudios que el Ipcva realizó entre los consumidores de la Unión Europea y resaltó que a los consumidores de carne argentina les preocupa el origen, cómo se produce el proceso de producción de la carne y si tiene un atributo diferencial. “Hay un interés por buscar un atributo de calidad, están buscando un producto premium”, resaltó, y agregó que “los consumidores de carne argentina son exigentes y dicen conocer atributos de distintos tipos de carne”.
En ese sentido, precisó que este consumidor europeo es exigente y altamente experimentado en el consumo de productos cárnicos pertenece a un grupo de alto poder adquisitivo, gente de más de 50 años, generación boomers.
Frente a este escenario, remarcó que es indispensable comunicar con fuerza que Argentina está entre uno de los cinco países con mayor superficie de pastizales naturales del planeta. “Es un dato que comenzamos a difundir a viva voz”, resaltó.
Bifaretti también dijo que es importante mostrar cómo se produce carne en Argentina. “El 71% de la biomasa vegetal consumida por kilo vivo de la producción corresponde a pastizales y otras comunidades nativas y el 21% corresponde a pasturas sembradas. Sólo un 5% es grano de maíz, 1,5% pellets de oleaginosas y 1,5% silaje. Los europeos lo tienen en claro pero cada tanto hay que recordárselo”, precisó.
Para el referente del Ipcva “la evidencia científica hay que demostrarla”. Contó que en el instituto desarrollan junto al INTA y el INTI un proyecto para llegar a la declaración ambiental de producto de la carne bovina argentina, una iniciativa que sigue el marco metodológico del programa de huellas ambientales de la UE.
“Se evalúan los insumos necesarios, hasta el consumo. Se toman en cuenta más de 20 indicadores ambientales, uso de agua, de fertilizantes, salud humana y el estudio se hace en campos reales de productores y en frigoríficos. Está fundamentada en las normas ISO y da la posibilidad de llegar a un ecoetiquetado ISO. Pasar a ser un elemento que sirva para posicionamiento comercial”, detalló.
De acuerdo a resultados parciales, lo que tiene que ver con emisión de gases, Bifaretti precisó que la emisión de dióxido de carbono está en 14 en tranquera y los antecedentes a nivel mundial están en un valor de 20. “Como credencial esto nos permite mostrar una ventaja competitiva respecto a otros países productores de carne”, resaltó.
También apuntó que de la tranquera hasta el consumidor final, se incluye la cocción también, ese valor se va a casi 39,03 kg de CO2 por kg de carne pero un meta análisis demuestra que a nivel internacional el promedio para obtener 1 kg de carne implica la emisión de casi 100 kg de CO2.
“Hay una posibilidad de ir a mostrar estos datos y ponerlos en valor”, subrayó Bifaretti.
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