Los productores entrerrianos pierden U$S 525 millones al año por las retenciones
Un trabajo elaborado por Leandro Rodríguez, docente e investigador UNER, ofrece una estimación de la transferencia de ingresos del sector agrario entrerriano a las actividades urbanas (u otras producciones no agrarias) en virtud de los Derechos de Exportación (DEX), considerando cuatro cultivos anuales: soja, maíz, trigo y sorgo. Los cálculos indican que los productores dejan de percibir alrededor de 525 millones de dólares al año en ingresos brutos por las retenciones. Si bien se trata de una medición global y genérica, aclara el investigador, el objeto es determinar un orden de magnitud a fin de especificar el impacto de este tipo de gravámenes. Código Campo
Los Derechos de Exportación (DEX), conocidos como retenciones, constituyen un impuesto al comercio exterior que grava las ventas externas de mercaderías definidas. Para el caso de los granos, el valor de los DEX se calcula sobre la base del precio FOB oficial de cada cultivo (Free on Board -FOB-), libre a bordo, es el precio de la mercancía puesta en el medio de transporte).
“Este tributo, de largo recorrido en la historia argentina, ya utilizado por el gobierno de la llamada Revolución Libertadora (1955-1958) –y también por el presidente Arturo Frondizi–, tiene una característica particular: su efecto se extiende más allá del sujeto obligado al pago y de la base imponible (valor de las exportaciones). Al afectar el precio de las ventas externas de las mercancías, los DEX generan un impacto en toda la producción, aun aquella destinada al mercado interno. Ello porque –para ponerlo en términos simples–, si un productor quiere vender trigo al exterior, el exportador le liquidará el precio internacional menos los derechos de exportación (12% en la actualidad) y otros gastos”, señala un trabajo elaborado por Leandro Rodríguez, docente e investigador de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).
Pero si ese mismo productor, agrega,“vende el trigo a un molino harinero local (mercado interno), el comprador vernáculo también le abonará el precio deducidas las retenciones (el comprador sabe que, si el productor quiere exportar, tendrá un precio menor debido a las retenciones)!.
En consecuencia, los DEX “reducen los precios de las mercancías para todo el mercado. Si bien ello no es lineal y existen otras variables que inciden en la relación entre el precio local y el internacional, lo cierto es que los DEX presionan a la baja relativa del precio interno respecto del externo”, añade Rodríguez.
En el trabajo, además, se comparan los precios locales con los precios internacionales de la soja en 2001-2002, siendo que este último año (2002) los DEX volvieron a tomar relevancia.
En el siguiente cuadro puede apreciarse que luego del aumento de los DEX propiciado por el presidente Eduardo Duhalde en 2002 ante la crisis argentina (en el caso de la soja los DEX terminaron en el 23,5%), el precio interno cayó fuertemente respecto del precio externo.
Derechos de Exportación y precio local de la soja
Precios 2001 2002
Precio interno en dólares * U$S 169,6 U$S 146,8
Precio externo en dólares FOB ** U$S 171,3 U$S 198,0
Diferencia entre el precio interno y externo (%) -1,0% -25,9%
* Precio en pesos en Rosario, convertido a dólares por el tipo de cambio oficial.
** Precio FOB internacional en puertos argentinos.
“Se trata de un valor indicativo. Una estimación más precisa requeriría considerar otros impuestos, gastos y demás condiciones del mercado interno y externo”, aclara Rodrìguez
Esto significa que los DEX “tienen un doble impacto: en forma directa, generan recursos fiscales para el Gobierno nacional (nada menos que el 6% de la recaudación impositiva en 2024); y, en forma indirecta, constituyen una transferencia de ingresos de los sectores agrarios a los sectores urbanos (y demás actividades no agrícolas) vía la reducción relativa de precios”.
Transferencia de ingresos del sector agrario a las actividades urbanas
Para medir este punto, la transferencia total de ingresos del agro a las zonas urbanas y actividades no agrarias, Rodríguez tomó los datos promedios de las últimas cuatro campañas (2020-2024: excluyendo la 2022/23 afectada por la sequía) para los cultivos principales de Entre Ríos, gravados con DEX.
“El resultado indica que todos los años los productores agrarios transfieren, vía reducción de precios, alrededor de 525 millones de dólares a las actividades urbanas en ingresos brutos no percibidos. Teniendo en cuenta que, según el censo agropecuario 2018, en la provincia existen unas 3.220 explotaciones agrícolas (cultivos anuales), se puede apreciar que cada explotación pierde, en promedio, unos 163 mil dólares al año por las retenciones, dependiendo por supuesto del tipo de cultivo, tamaño y estructura de la explotación”, subraya el trabajo.
En definitiva, concluye Rodríguez, “la imposición de los DEX es una medida de política económica que excede la mera cuestión fiscal (recaudatoria) y el análisis de su tratamiento es complejo y requiere incorporar y sopesar diversas dimensiones. Entre ellas el precio de los alimentos y la situación de los pequeños productores”.
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