Vaticinan que la baja de las retenciones incrementará los valores de los arrendamientos
Ricardo Garzia, secretario de la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), dijo que la medida implementada por la administración del presidente Javier Milei, en general, “es positiva”, pero para los productores pequeños y medianos “es insuficiente”. Alertó, además, que “configura un estado de competencia sobre la tierra, sobre el arrendamiento, que puede acelerar gravosamente la salida de la actividad de más pequeños y medianos productores. Danilo Lima
Cualquier reducción de la carga impositiva que reciba el sector agropecuario, en general, “es positiva, eso es indiscutible, no lo vamos a poner en duda”, dijo Ricardo Garzia, secretario de la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe) e integrante de la agrupación Bases Federadas. Advirtió, sin embargo, que en términos particulares “esta otra representatividad del campo argentino, esta otra institucionalidad, que es la Mesa Agroalimentaria Argentina, venía advirtiendo que una reducción igualitaria, sin ningún tipo de consideración de escala, tamaño, distancia al puerto y todo lo demás, iba a generar un diferencial para cierto tipo de productores, como los productores grandes, los fideicomisos, los pooles de siembra, los fondos comunes de inversión y también, por supuesto, propietarios de campos que siembran en su propia tierra. Toda esa parte de la heterogeneidad de nuestro sector iba a tener, por supuesto, efectos positivos en su rentabilidad”.
Para los productores chicos y medianos, y para los productores familiares, incluso hasta para aquellos dueños de pequeñas parcelas, esta medida “es insuficiente”, y, además, alertó que “configura un estado de competencia sobre la tierra, sobre el arrendamiento, que puede acelerar gravosamente la desaparición de pequeños y medianos productores”.
“Por eso nosotros siempre hacemos esta salvedad, para que la gente nos entienda, no sólo el funcionariado, sino también los medios de comunicación, la propia urbanidad de la Argentina, que hay un grado de heterogeneidad en el campo argentino que una medida transversal es una frazada corta”, remarcó.
Garzia, en este sentido, vaticinó que con la baja de las retenciones “vamos a tener mucha competencia por la tierra, porque los más grandes van a aprovechar todas las ventajas”.
El campo argentino tiene un grado de heterogeneidad que “nosotros no podemos convalidar cualquier medida, no podemos decir esto le viene bien al pequeño y mediano productor. Ya le pedimos al funcionariado, a los gobernadores, a los medios de comunicación, a las otras organizaciones, que entiendan que hay que tomar un rumbo diferente, porque no hay que naturalizar la desaparición de más pequeños y medianos productores” en el país, añadió.
El dirigente, asimismo, pidió la clase política entrerriana que “empiece a institucionalizar a la Mesa Agroalimentaria Argentina, sean peronistas, radicales, del PRO, libertarios, socialistas, comunistas, lo que fuere, y que también empiecen a escuchar esta voz, porque hay mucho para trabajar con los productores chicos”.
¿Se revierten los números en rojo?
Los números de los productores entrerrianos, especialmente de aquellos que trabajan en campos alquilados, antes de la baja de las retenciones, estaban en rojo, sobre todo en trigo y soja.
La medida del Gobierno, según la mirada de Garzia, no les permitirá a todos revertir la situación. “Habrá muchos productores a los cuales esta medida no les llegue. Tomemos el ejemplo de la soja: el rendimiento promedio histórico de la soja en Entre Ríos es de 23/24 quintales, y aquí empieza la heterogeneidad. Quizá a un productor que hizo soja en campo propio y no tuvo que poner los 7, 8 o 9 quintales de arrendamiento, esta medida de 3, 4, 5 puntos, lo deje adentro, sin perder. Ahora, un productor que alquiló, va a tener un rinde de 18/19 quintales, y como le va a pagar al dueño del campo legítimamente 7 quintales, ya está afuera”.
– A propósito de los arrendamientos, ¿cómo impactará esta rebaja en los valores? ¿Puede encarecer el costo?
– Por supuesto que va a encarecer los arrendamientos. El problema es quiénes van a poder pagar esos arrendamientos, porque ahí va a haber un problema del ancho de la espalda, no todos van a tener la misma espalda para quedarse en el sistema.
Por eso nosotros advertíamos, cuando se hablaba de la reducción de las retenciones de forma igualitaria, que el impacto iba a ser diferencial, y esta diferencia muchas veces se va a arrendamientos, los grandes se quedan, los chicos se van, y hay un actor importante, casi invisible, que también está diferenciado por tamaño, que es el dueño de campo que no siembra.
– Los defensores de las retenciones sostienen, como un argumento central, que el objetivo es descalzar los precios internos de los precios internacionales. Que se bajen las retenciones, ¿va a llevar a que los ciudadanos tengamos que pagar más por los alimentos?
– Los grandes frigoríficos, los grandes feedlots, los frigoríficos de pollos y de cerdo, por supuesto, que tienen un impacto cuando crece el precio de esos insumos básicos. Ellos sí tienen un impacto, pero lo que pasa es que para que llegue a la mesa de los argentinos tendríamos que tener un esquema de venta y distribución de alimentos que no tenga abuso de posición dominante. Porque hay cinco tipos definiendo el precio de la carne, hay diez tipos definiendo el precio del pollo y hay ocho tipos definiendo el precio del cerdo. Entonces cuando hay una ventajita o una desventaja para los productores en el trigo, por ejemplo, la industria harinera se queda con esas cosas.
El impacto en la mesa de los argentinos es una cosa recontra compleja de analizar, intentar trasladar una suba o una baja de retenciones directamente al plato de los argentinos puede ser una excusa del que abusa de los precios de la comida.
Archivo relacionado: Descargar