El mercado y sus exigencias impulsarán los cambios necesarios para mejorar en mastitis
En el marco de la Jornada Técnica Aprocal y Bienestar Animal, la visita de la médica veterinaria, Pamela Ruegg, de la Universidad de Michigan, fue uno de los grandes acontecimientos de Todo Láctea 2025, en Esperanza. Código Campo
Pamela Ruegg es la profesional más destacada a nivel global sobre el estudio de la mastitis, una de las enfermedades más significativas que afecta la salud de las vacas, como la calidad de la leche. Su presencia permitió entender el impacto mucho más allá de los tambos.
Invitada por LactoDiagnóstico Sur, Ruegg volvió a nuestro país después de 13 años y pudo ver de cerca el progreso en la producción primaria, por el contacto directo con productores, con técnicos y con la cadena lechera en general.
Ruegg entiende que “la mastitis es la enfermedad más importante del ganado lechero, con un efecto directo en la calidad de la leche y en la competitividad en mercados de exportación. Es un requisito para participar en el mercado de exportación y es algo muy importante, tanto en Argentina como en otros lugares, tener esta enfermedad controlada, por lo tanto, es fundamental minimizar la mastitis”.
Según la especialista, “debemos centrarnos siempre en la prevención, como en las respuestas adecuadas a las intervenciones que reciben las vacas cuando se infectan”.
“En Argentina estarían en un punto intermedio. Creo que hay tambos que producen leche excelente, pero todavía hay varios que aún tienen dificultades para producir leche de la calidad suficiente como para ser competitivas en otras partes del mundo. Aún hay tambos infectados con patógenos subclínicos crónicos que causan recuentos celulares elevados”.
Una de las herramientas más útiles para combatir la mastitis es el monitoreo mensual del recuento de células somáticas, un método que permite a los productores identificar de manera temprana las vacas infectadas y tomar decisiones informadas sobre su tratamiento
La advertencia está en que el uso de antibióticos debe manejarse con cautela, aplicándose sólo a situaciones puntuales, para evitar la resistencia bacteriana y para esto antes de definir qué antibiótico usar hay que usar placas de cultivo en el tambo, que ayudan a tomar decisiones informadas sobre cuándo es necesario aplicarlos.
Es importante entender que “es fundamental trabajar con asesores cualificados, veterinarios cualificados, que puedan ayudar a determinar el camino correcto. Debido a que existe mucha desinformación sobre la mastitis, es fundamental trabajar con alguien de confianza”.
Con la experiencia de haber trabajado y seguir haciéndolo en 41 países y con mucho énfasis en la última década en China, Ruegg dijo que el problema de la mastitis “es el mismo en todo el mundo en cuanto a causas y soluciones. Sin embargo, existen diferencias entre países en cuanto a cómo han logrado controlarla. Muchas de estas diferencias se basan en los incentivos del mercado. Así que, si no hay suficientes incentivos para que los productores respondan, a menudo hacen justo lo que tienen que hacer”.
“No son los gobiernos los que tienen que motivar, generalmente, es el mercado el que lo hace. Se trata de preguntar quién comprará la leche. Esto cobra cada vez mayor importancia a medida que se exporta más leche. Ayer vi datos que indican que el 25% de la producción lechera de Argentina se exporta, por eso hay que tener en cuenta que sólo se puede exportar la leche que el mercado demanda y lo que quieren es una materia prima y productos de alta calidad y con bajo recuento de células somáticas”, remarcó.
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