Convivir con la inflación
Carlos Melconian consideró que en el actual contexto no será posible reducir los índices inflacionarios. La inflación, enfatizó, “empieza a ser socia y no enemiga” del Gobierno. Estimó, en otro orden, que el dólar oficial tiene un retraso del 20%, pero el problema central “es la brecha” con el blue. ¿Es posible un acuerdo con el FMI? Danilo Lima
El economista Carlos Melconian estuvo en la ciudad de Nogoyá y brindó, distendido, una extensa charla en la que expuso su mirada sobre el presente y el futuro de la economía argentina, encuadrada, obviamente, en el escenario político poselectoral en donde los ciudadanos reconfiguraron la relación de fuerzas en el Congreso de la Nación.
El dólar, la inflación y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron los ejes de la disertación que se realizó en el marco de la Expo Victoria-Nogoyá 2021.
“Quiero hablar muy simple para que todos me entiendan”, dijo, de arranque, Melconian, y aclaró que inevitablemente debía realizar consideraciones políticas. “Tengo que meterme en las cuestiones políticas, pero mi corazón político no tiene nada que ver con lo que voy a decir porque hablo desde la total objetividad”, aclaró.
Las elecciones
Los recientes comicios legislativos fueron “un golpe duro” para el oficialismo porque “perdió a nivel nacional y perdió en la provincia de Buenos Aires”, remarcó Melconian, y señaló que “esa equivocada sensación de ‘perdimos pero ganamos’ no la cree nadie”.
Siguiendo en el terreno político, el economista observó que “ya van dos períodos de gobierno donde no hay bipartidismo ni presidencialismo fuerte, y a la economía le va mal”, y recordó que hubo “dos Presidentes que tuvieron relativo éxito” en la economía: Carlos Menem, en su primer mandato, y Néstor Kirchner, quienes encabezaron “dos gobiernos fuertes, con personalidad”.
Ante este dato, Melconian estimó que la Argentina es “un país que deberá empezar a convivir con gobiernos de alianzas, sin bipartidismo”, y opinó que, tras las elecciones legislativas y hasta las presidenciales de 2023, “tendremos un Poder Ejecutivo raro en la toma decisiones –que nació raro, además, porque la Vicepresidente eligió al Presidente– y un Poder Legislativo sin mayoría de ningún tipo”.
A manera de síntesis política, quien fuera presidente del Banco Nación entre diciembre de 2015 y enero de 2017, durante la administración del presidente Mauricio Macri, sostuvo que “ha perdido el Gobierno pero no ha ganado la oposición”, y, entonces, “no hay liderazgos” en la Argentina.
Instinto de supervivencia, inflación y dólar
Ya en el terreno económico, Melconian, en primer lugar, consideró que “si el Gobierno tiene a mano el manual del instinto de supervivencia, va a firmar con el FMI”, y deslizó que ese acuerdo finalmente se concretará porque, comparó, los kirchneristas “son como los perros que ladran y no muerden”.
El economista, asimismo, señaló que un aumento de la inflación y una mayor devaluación son evitables. Advirtió, sin embargo, que para que no haya ninguna espiralización “lo primero que hay que evitar es la represión” de la inflación.
A la inflación “no se la reprime, se la administra”, explicó, y consideró que “este gobierno y esta situación de ninguna manera dan la posibilidad para hacer un plan de estabilización” porque “no hay voluntad política ni capacidad de hacerlo”. Por lo tanto, evaluó, lo esperable “es que (en el Gobierno) se banquen el 50% y no haya espiralización”.
Con relación al dólar, esa obsesión de millones de argentinos, Melconian recomendó “des-atrasarlo” porque “tiene un atraso” del 20%. “El dólar, en lugar de valer 100 pesos, debiera valer 120”, estimó, y vaticinó que el mercado “va a pedir una corrección”.
En esta materia, ante una audiencia mayoritariamente compuesta por productores agropecuarios, Melconian aseguró que pretender “un dólar de 200 pesos para exportar es una locura porque somos un país pobre”, aunque remarcó que “sí tenemos una mala ley laboral, una mala ley tributaria, riesgo país y riesgo de default”.
Una vez “des-atrasado”, al dólar, añadió el economista, “hay que hacerlo acompañar con la inflación”, con lo que dio a entender que no hay posibilidades, en el actual contexto, de una baja. “Habrá que convivir con la inflación, pero no reprimirla porque después salta como un resorte”, alertó.
Melconian, en este sentido, reiteró su opinión de que “no hay lugar para un (Jorge) Remes Lenicov”, en alusión al primer ministro de Economía de la administración del presidente Eduardo Duhalde, ni para un “plan bomba”.
“Si hoy viniera un Remes y tirara la piola del dólar… nos vamos a la mierda”, dijo, contundente, Melconian, pero, con el mismo énfasis, advirtió que si al presidente Alberto Fernández se le ocurriera “dejar un plan bomba, como sucedió en 2015, le puede explotar al propio Gobierno”.
Pronosticó, no obstante, que “habrá un desenlace cambiario”. El Banco Central, explicó, “sabe que se quedó sin reservas”, y, en consecuencia, “tiene que comprar dólares” por lo que “la norma será obstruir como sea” la adquisición de esa divisa por parte de los particulares. No descartó, ante esta circunstancia, una devaluación.
La escasez de dólares, vaticinó, va a continuar por lo que las importaciones van a requerir permisos y no van a hacer muy holgadas.
La inflación, en este contexto, “empieza a ser socia y no enemiga” del Gobierno. “Vamos a un escenario donde habrá inflación y así será”, resaltó.
Melconian aclaró que no espera una catástrofe cambiaria –“salvo que cometan horrores”– y remarcó que “el problema es la brecha” entre el dólar oficial y el blue. “Esa brecha es un problema y hay que bajarla porque la historia nos muestra que cuando la brecha es 100% o más hay un desenlace”. Por tanto, reiteró, “habrá un desenlace cambiario”.
Marzo y el Fondo
Melconian, por último, analizó en Nogoyá qué puede suceder durante las negociaciones con el FMI porque inexorablemente debe haber una definición.
El FMI, recordó, repartió 600.000 millones de dólares en concepto de derechos especiales de giro a los países socios y a la Argentina le tocaron 4.500 millones. “Con esa plata, que es ‘devolvible’, le está pagando al Fondo, pero el 22 de marzo eso se termina y viene una cuota que es impagable. Por tanto: si para el 22 de marzo no hay un acuerdo, el país entrará en default con el Fondo, y eso significa convertirse en un paria mundial”, afirmó.
El economista opinó que durante las negociaciones, la Argentina pedirá más plazos y menos tasas, mientras el Fondo exigirá reformas tributarias, laborales y previsionales, pero “nada de eso va a ocurrir”.
Habrá, según la mirada de Melconian, un acuerdo “sobrellevable” que podría incluir una quita de subsidios que provocará subas en las tarifas de la electricidad, el gas y el transporte público. “Es lo mínimo que puede contener un acuerdo con el Fondo”, cerró.
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