Apenas han pasado seis días de 2022 y el ruido político aturde
Por la Comisión Directiva de la Sociedad Rural Gualeguay
Miles de productores apenados por una nueva sequía que pisa cada vez más fuerte, campos naturales secos, pasturas que han desaparecido y maíces picándose anticipadamente para poder salvar algo.
Alquilando campos para poder salvar el poco o mucho capital que tienen producto de haber trabajado incasablemente toda su vida.
Deudas con productos dolarizados con un dólar ficticio insostenible, impuestos que no dejan de llegar, agobiados por una presión impositiva infernal que jamás les alcanzará para mantener las políticas populistas; emisión monetaria que tiene a la inflación por las nubes y lo peor es que nos van acostumbrando a que los números en pesos sean cada vez más grandes.
Miles de productores sin ninguna esperanza de crecer o hacer alguna inversión, porque no hay ningún indicio de que valga la pena. Porque no hay un plan de nada.
Ni miras de poder brindar empleo genuino porque las leyes laborales hostigan a quien se anime a darlo.
Yendo todos los días al campo por caminos intransitables sin ninguna posibilidad de que mejoren en los próximos 50 años; llevamos dos años de seca y jamás vimos una máquina de Vialidad haciendo un trabajo.
Ustedes, la gran mayoría de los políticos, nos han quitado la esperanza, la misma con la que hace cientos de años este país se hizo grande, porque había esperanzas de conseguir ganarse la vida con mucho esfuerzo, dedicación y trabajo, y vivir del campo que es lo que nos da vida.
Y mientras todo esto pasa, ustedes o la mayoría de ustedes, señores del Gobierno, se la pasan discutiendo cómo presionarnos y exprimirnos, con políticas obsoletas dignas de quien no entiende nada de cómo funciona un sector, con cierre de exportaciones con el cuento de que con más oferta interna los precios van a bajar; con intervencionismo; versos de volúmenes de equilibrio y demás. Parece infantil, pero es sumamente perverso.
El crecimiento del sector, y, por ende, de nuestro país, va de la mano de las exportaciones. Esta previsibilidad es fundamental para dicho crecimiento.
Sólo generan distorsiones que entorpecen toda posibilidad de aumentar la productividad del sector.
No se les ocurre otra cosa que aplicar impuestos, porque seguramente no tengan ninguna capacidad de poder pensar en algo diferente y tampoco tengan interés. En el campo tenemos mucha gente sin estudio que resuelve problemas complejos; se llama curiosidad y ganas de hacer. Deberían practicarlo.
Archivo relacionado: Descargar