El Gobierno nacional, en la encrucijada "del dicho al hecho"
Por Pedro J. Galimberti (*)
El Gobierno nacional del Frente de Todos atraviesa por una crisis profunda. En el orden interno son conocidas las diferencias que mantiene Alberto Fernández con la ex Presidente, Cristina Fernández, y quienes se nuclean bajo la bandera de la agrupación La Cámpora.
Pero la crisis más importante es la crisis de confianza con los argentinos. La expectativa que sembró este frente electoral en 2019 fue dilapidada muy rápidamente y los argentinos se ocuparon de hacerlo saber, en las urnas, en las legislativas de 2021.
Durante lo que va de la gestión de Alberto Fernández su andar fue zigzagueante y con frecuencia expuso inconsistencias entre lo dicho y los hechos. Desde la oposición lo hicimos notar en más de una ocasión.
En este tamiz de fondo se inscribe la reciente decisión de la suspensión de las exportaciones de aceite y harina de soja. En noviembre del año pasado ingresó a Diputados el proyecto de Agroindustria y el mismo se propone incrementar las exportaciones. Eso es parte de lo dicho. Los hechos recientes implican una contracción y contradicen lo que dijeron hace muy poco tiempo.
Con la inflación ocurre lo mismo y así con muchos otros asuntos. Se dice por un lado, se actúa por el otro. El pasado jueves, en mi intervención en el recinto, dije que “la economía se nutre de la confianza”. Se trata algo básico en el marco de cualquier relación social. Si no hay confianza hay incertidumbre, hay especulaciones y no hay previsibilidad.
Los argentinos necesitamos que el Gobierno recupere la confianza pública con los ciudadanos y con los diferentes sectores, porque su palabra está devaluada y porque existe una grieta entre el decir y el hacer. Necesitamos que eso ocurra, porque eso nos haría muy bien a todos.
No queremos que al Gobierno le vaya mal. Lo demostramos recientemente cuando votamos responsablemente el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para que el país no entre en default, pero sí exigimos correspondencia entre dicho y hecho y que de una buena vez se deje de ver a los sectores de la producción y el trabajo como la cintura donde se pasa el cinturón para el ajuste.
El camino no es ese. Y si siguen por el mismo, los argentinos, una vez más, lo harán sentir en las urnas en 2023.
(*) Diputado nacional UCR-JxC Entre Ríos
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