Productores isleños salieron a refutar a quienes los acusan de provocar incendios
Remarcaron que son ellos los que están mejor preparados para proteger y conservar el ambiente, sin renunciar a la producción. “Resulta que quienes viven en un décimo piso en la avenida 9 de Julio pretenden decirnos cómo preservar los humedales”, se quejó José Luis Peter, mientras Araldo Göttert aseguró que “nosotros generamos las condiciones para una producción sustentable”. Danilo Lima
Ante cada incendio o cualquier otro desastre natural que ocurre en las islas, el dedo se levanta y acusa, siempre, a los productores agropecuarios, aun a aquellos que desde hace décadas producen con respeto a la tierra donde nacieron, crecieron y aprendieron a trabajar.
Desde distintos sectores, cada tanto, surgen iniciativas que buscan regular las actividades que pueden llevarse a cabo dentro de los territorios de humedales, qué actividades productivas pueden realizarse y de qué modos, y argumentan que se trata de ecosistemas vitales para la reproducción de la vida y que por eso necesitan protección especial.
Los productores isleños, sin embargo, consideran que son ellos mismos los que están mejor preparados para proteger y conservar el medio ambiente sin renunciar a la producción. Y, además, remarcan que una zona de humedales sin producción es más susceptible a ser foco de incendios.
Ante esta polémica, José Luis Peter, cuarta generación de productores isleños, pidió que se escuchen los argumentos de la gente que trabaja desde hace muchos años en la zona, sobre todo cuando se debaten políticas públicas sobre los humedales.
“Queremos ser escuchados cuando se definan políticas públicas que nos afectan, porque nosotros somos los que habitamos el humedal desde nuestro nacimiento y sabemos muy bien de qué tratan los incendios, el daño que hacen, cómo se ocasionan y cómo controlarlos”, dijo Peter ante un grupo de integrantes de la Asociación Entrerriana de Periodistas Agropecuarios (AEPA) que recorrió el establecimiento “Aireté”, en el departamento Islas del Ibicuy, en el marco de un tour productivo.
“La gente está muy mal informada (sobre las formas de producción en las islas), y, lamentablemente, la clase política le hace mucho caso a personajes de la televisión, como actores o humoristas, por ejemplo, que dicen barbaridades” y “pareciera que la opinión de un personaje” de relevancia mediática “tiene la verdad y nosotros no la tenemos”, se quejó Peter.
El temor de los productores isleños, precisamente, es que la opinión de los referentes de los medios de comunicación tenga mayor influencia en la sociedad que ellos.
“Dicen que a los pobres animalitos les sacamos la vida, que están acostumbrados a campos abiertos, y esa es la mentira más grande que hay”, enfatizó. En un campo abandonado “no hay nada, tal vez algún carpincho, alguna nutria, y nosotros acá, en un campo en producción, tenemos ciervos, zorros, mulitas, mapaches, víboras, y todos vienen solos… no los compramos. Los animales eligen donde estar, y por algo lo hacen. Y resulta que quienes viven en un décimo piso en la avenida 9 de Julio de Buenos Aires pretenden decirnos cómo preservar los humedales”.
“Hace más de cien años que estamos en las islas, plantamos árboles, forestamos, capturamos carbono, purificamos el aire, y nos acusan de contaminadores los que viven en la ciudad con más contaminación que es Buenos Aires”, añadió Peter.
¿Quién genera los incendios?
“Yo no prendo fuego ni por casualidad”, dijo Araldo Göttert, otro productor isleño, “y no lo hago porque vivo acá, trabajo acá, y tengo todo para perder. El que prende fuego, por ahí, es un turista negligente, algún arrendatario que no tiene nada para perder, pero los propietarios no quemamos”.
– ¿Por qué creen que el discurso que acusa a los productores prende tanto en la sociedad?
– Y… porque tienen que buscar un culpable. Pero el gran contaminador está en la ciudad, no en el campo. Nosotros forestamos, y, al contrario de lo que la gente puede suponer, estamos haciendo un bien a la sociedad. Los incendios no los provocan la gente del lugar, eso debe quedar claro.
Siempre hay, obviamente, un montón de factores que originan los incendios. El año pasado, por ejemplo, con una gran sequía y muy baja humedad, se secó todo y cualquier fuego se vuelve incontrolable. Todos los años, cuando se dan las condiciones climáticas, hay mayores quemas.
Las plantaciones
Göttert, asimismo, explicó que las plantaciones forestales tienen un ciclo de 15 años y cuando hay un incendio la plantación se pierde, y pierde el productor.
“Acá, en definitiva, nosotros generamos las condiciones para una producción sustentable, que no perjudica en ningún caso. A la fauna, de ninguna manera, porque todos los animales vienen para acá porque esto está lindo… y los animales no son boludos”, añadió.
Desconocimiento
José Jacobsen, referente de la Federación Agraria Argentina (FAA) de Villa Paranacito y presidente de la Cooperativa Productores del Delta Ltda., por su parte, dijo que los isleños “necesitamos que se conozca lo que hacemos en la zona y la manera en la que trabajamos” porque, subrayó, “abundan lecturas de dirigentes y formadores de opinión que hablan desde el desconocimiento del lugar, y, a nosotros, que la realidad nos interpela todos los días, no nos consultan nunca”.
Mientras, Matías Martiarena, director suplente de la FAA entrerriana, aportó que “en el delta muy pocos productores salen de la escala de pequeños y familiares” e “integran familias con décadas de presencia” en las islas. “Tienen un conocimiento admirable del entorno y llevan adelante una producción sustentable”, remarcó.
El tour productivo de AEPA contó, además, con la colaboración de la Cooperativa Productores del Delta Ltda., la Federación Agraria Argentina y la Agencia de Extensión Rural (AER) Villa Paranacito del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
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