La carinata levanta vuelo en Entre Ríos
El destino final es generar aceite –no comestible– para producir biocombustible para aviones. La empresa Nuseed, impulsora de su siembra, la define como un cultivo de servicio con renta. Una nueva variedad, que asegura mayores rendimientos, y los muy buenos precios de la actualidad son dos de las razones que invitan a sembrarla. Danilo Lima
Brassica carinata, o, simplemente, carinata, es un cultivo relativamente nuevo en el país que en Entre Ríos, en esta campaña agrícola 2022/23, puede llegar a multiplicar su área por siete. En el ciclo pasado la superficie implantada con esta oleaginosa fue de 2.000 hectáreas, y, según las primeras estimaciones de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, este año treparía a unas 14.000.
El ingeniero agrónomo Sebastián Bravo, gerente de Negocio de Carinata de la empresa Nuseed, en diálogo con el programa CÓDIGO CAMPO –que se emite por Radio Costa Paraná, 88.1, los sábados de 8 a 9–, definió a la carinata como “una nueva oportunidad” para los productores dado que se trata de “un cultivo de cobertura con renta”.
Carinata es una brasicácea que tiene un 46% de aceite y se utiliza en su totalidad para la elaboración de biocombustibles para aviones. “Es un mercado muy específico, con muchísima demanda, debido a que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que ya hay varias compañías aéreas que lo están utilizando”, explicó Bravo.
El horizonte de negocios, en consecuencia, es amplio, y, precisamente por esa razón, el plan de Nuseed –la compañía que impulsa su cultivo– es llegar a un millón de hectáreas sembradas en los próximos 10 años.
La estimación de Bravo es que en Entre Ríos, en esta campaña 2022/23, se siembren 15.000 hectáreas con la oleaginosa, mientras en todo el país se harán unas 35.000. “Hemos crecido, triplicado el área del año pasado, el clima nos auspicia una campaña muy buena, y, además, tenemos una gran novedad que es el lanzamiento del híbrido Nujet 400, que ya está disponible”, remarcó el profesional de Nuseed.
Este híbrido, destacó Bavo, rinde un 30% más que la variedad anterior –Avanza 641– y posee una mejor adaptación a la región porque todo el breeding se hace en el centro de innovación de Nuseed, en Venado Tuerto, provincia de Santa Fe.
El actual precio internacional de la carinata, además, es muy bueno. “Este año un productor puede aspirar a 788 dólares por tonelada de carinata”, evaluó Bravo.
– ¿Cuál es la ventana de siembra?
– La fecha de siembra ideal comienza el 15 de abril y se extiende hasta fines de mayo. En todo ese período tenemos oportunidad de implantación y, en el caso de Entre Ríos, después de las últimas lluvias, tenemos productores que están sembrando esas 15.000 hectáreas.
– ¿Cómo afectan las heladas a la carinata?
– En esta ventana de siembra, de mediados de abril a fines de mayo, no hay problemas, pero sí hay que prestar atención al manejo de los rastrojos de la cosecha anterior; es decir, evitar las andanas de máquinas, esas colas de máquinas que quedan con poca distribución en un lote, porque allí la semilla tiene más posibilidades de ser afectada por el frío, simplemente porque no le damos un buen contacto de suelo-semilla para el desarrollo adecuado.
Si tenemos una muy buena distribución de rastrojos, en cambio, no hay inconvenientes en el arranque.
Otra opción es agregar una cuchilla barrerrastrojos en el tren de siembra para generar un espacio de unos 5 centímetros con el suelo desnudo para que levante mayor temperatura y posibilite el desarrollo normal del cultivo.
El resto del manejo es sencillo: trifluralina o clopiralid como preemergente y posemergente también, y si hay algún escape de gramíneas se puede usar haloxifop como control.
Pero, la verdad, el mejor control de las malezas nace de la propia carinata porque es una planta de 1,60 m de altura que tiene una cobertura muy importante y controla por sombreado a las malezas que están en el lote y no les permite el desarrollo, por lo que no es necesaria la aplicación de químicos.
– Ayuda a la sustentabilidad del sistema.
– Carinata apunta plenamente a la sustentabilidad porque todo el cultivo lo hacemos bajo normas de RCV, una certificación muy sencilla que simplemente le pide al productor describir cómo es su manejo y lo único que no permite es el uso de clorados y fosforados porque dejan residuos en los granos, los que generan inconvenientes al momento de la exportación.
Carinata, en definitiva, es un cultivo sustentable, muy amigable con el ambiente porque los herbicidas que se usan son todos banda verde o banda azul, de baja residualidad. Contribuye, además, al control de la erosión por la cobertura que genera.
Otro tema muy importante es el de las raíces. Carinata tiene una raíz pivotante fuerte que en los suelos vertisoles, típicos de Entre Ríos, genera una muy buena exploración. Cuando esas raíces se descomponen generan macroporos que ayudan a la infiltración, a la aireación, y, también, hacen una suerte de labranza vertical biológica porque rompe esos estratos de suelo que se generan cuando se trabaja bajo sistemas de siembra directa continuos.
– ¿Cuánto rinde la carinata y cuál es el rendimiento de indiferencia?
– El rendimiento de indiferencia ronda los 600/650 kilos y un rendimiento aceptable en Entre Ríos es de 1.500 kilos. Con el nuevo híbrido, además, ese rendimiento estará más arriba y hemos tenido lotes cercanos a los 2.200 kilos y hacia allí vamos con Nujet 400.
– ¿Cómo es la comercialización?
– Nuseed garantiza que todo lo que se produce y certifica se compra.
El primer punto importante es que Nuseed al venderle la semilla al productor firma un contrato para comprarle toda su producción, que después se entrega en un puerto en San Pedro.
El otro gran punto es la referencia de precios, un tema que suele generar inconvenientes cuando se trata de producciones alternativas. Nosotros, en este sentido, tomamos como referencia de precios el mercado internacional de Matif, francés, que es libre y fluctúa todos los días, por lo que se pueden tomar posiciones libremente.
Este mercado, además, tienen plus. Como está en Francia, cuando nosotros estamos cosechando, en noviembre y diciembre, los stocks en Europa son bajos por lo cual los precios para los productores argentinos habitualmente son los más altos de la temporada.
En suma, la carinata tiene beneficios agronómicos, permite la diversificación de cultivos, y los contratos seguros, con garantía, permiten obtener una buena renta.
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